La familia de Mohammad Ali Lamsseyeh lleva casi 400 días viviendo una auténtica agonía, concretamente desde el 13 de enero de 2022, fecha en la que desapareció el joven de 17 años en Ceuta. En un principio, la investigación apuntaba a que el menor había huido del hogar familiar por su condición sexual, ya que su teléfono daba señal en distintos puntos, uno de ello Algeciras, por lo que se pensaba una fuga a la Península. Desde el primer momento, su madre no creyó esa versión, su hijo nunca les hubiese abandonado. “Estoy convencida de que algo le ha pasado”, afirmó su madre, Asma, el día que desapareció Mohammad Ali y no respondía a su teléfono móvil ni fue a recogerla al trabajo, como había quedado. Ahora, la pesquisas policiales señalan que le hicieron desaparecer.
En el contexto de la búsqueda de Mohammad , los agentes de la Policía Nacional de Ceuta han detenido a tres jóvenes, un chico, una chica y un varón menor de edad. Estos, quienes se consideraban "amigos" del joven, están acusados de homicidio, según fuentes de la investigación. Ahora, la investigación se centra en dar con el cuerpo del desaparecido.
Al joven ceutí, se le perdió la pista el 13 de enero de 2022. Desde entonces, su madre y sus siete hermanos han mantenido activa la búsqueda, pese a que eran mucho los rumos que señalaban que Mohammad se había marchado solo a la Península. Los tres detenidos por la desaparición, han pasado este miércoles a disposición de los juzgados de guardia, acusados de matar a Alí y hacer desaparecer su cuerpo.
Los supuestos autores del asesinato, el día de autos, estaban junto a Mohammad en las inmediaciones de la Torre de la alquería, en el barrio de García Aldave. Allí, el joven habría tenido una discusión con el más pequeño del grupo, principal sospechoso de su muerte, quien le podría haber golpeado con un bate de beisbol. Según la versión que dieron los jóvenes, tras golpearle quedó inconsciente y dejaron su cuerpo en un terraplén antes de irse en un vehículo.
Las fuerzas de seguridad, encargadas del caso, han analizado las relaciones de la víctima con su entorno más cercano y sus comunicaciones en redes sociales. Sospechan entonces, que los supuestos culpables enterraron el cadáver o lo trasladaron a otro lugar. La investigación se ha llevado a cabo bajo secreto de sumario. La Fiscalía había pedido una prórroga para mantener bajo custodia a la chica -que entonces no tenía los 18 años- y al menor, que por orden judicial ingresarán en el Centro de Reforma de Punta Blanca, para menores infractores y en régimen cerrado.