Sara Blanco, la influencer de 91 años que se sobrepone al párkinson cautivando a las redes con su alegría

Sara Blanco tiene 91 años y sus seguidores en Instagram se cuentan por miles. Influencer que encontró en las redes una vía donde explotar su alegría, su fuerza y su energía para no dejar de afrontar nuevos “proyectos de vida” sin que su edad sea ningún límite, visibiliza además la enfermedad de Parkinson que padece, la cual afronta cada día sin dejar que se convierta en un obstáculo para ser feliz.

Todo comenzó en la época de la pandemia, cuando en plena oleada de contagios por covid la vallisoletana, nacida en Cogeces de Íscar, se trasladó con dos de sus hijas a Los Ángeles, donde pronto se enfrentaría a las barreras del idioma, otro obstáculo que no dudó en sortear.

En esos momentos, como recoge el Diario Sur, se dedicó a leer, algo que, sin encontrarlo suficiente para su incontenible deseo de seguir alimentándose de nuevas experiencias, pronto acompañaría de toda una novedad para ella: las redes sociales.

Con la sugerencia de una amiga de sus hijas y la determinación de estas últimas para que probase con Instagram, Sara Blanca no rechazó el envite. Primero, todo comenzó como un mero divertimento, pero pronto se convertiría en el nacimiento de un proyecto y un perfil que hoy suma más de 147.000 seguidores.

Identificada como Sara_is_in_the_kitchen (Sara está en la cocina), esta madre de siete hijos, –tres de ellas Beatriz, Belén y Sara, quienes fuesen componentes de Greta y los Garbo, popular grupo de los 90–, en un primer momento los vídeos e imágenes que compartían la mostraban cocinando, de ahí el nombre de su usuario en la red social. Sin embargo, a ello pronto añadiría una de sus grandes pasiones: la moda.

Sara Blanco, la influencer de 91 años que visibiliza la enfermedad de Parkinson

Haciendo alarde de sus dotes y luciendo radiante con sus múltiples estilos, esta nonagenaria ha logrado cautivar a muchos con su energía al tiempo en que visibiliza el párkinson. Desde hace 40 años sufre “temblores esenciales en las manos”, aunque fue hace 10 cuando la diagnosticaron.

Con su fuerza, convirtiéndose incluso en imagen de la Asociación Nacional del Parkinson de Estados Unidos, y su incursión como toda una influencer, Sara intenta transmitir a todo el mundo que no hay que perder el “ímpetu” por seguir viviendo; por “salir a la calle y participar de la vida”.

Por eso, ver que a la gente le entusiasman sus vídeos, que la admiran y le dedican mensajes de cariño, y que incluso con su mensaje puede ayudar a otras personas en su situación o con otras enfermedades, supone para ella uno de los mayores impulsos que ha podido encontrar.

Con miles de proyectos todavía en su cabeza, reconoce que la edad no es para ella ningún impedimento.

El párkinson, ha reconocido, “es una enfermedad que te quiebra la vida” y “se sufre bastante”, pero ver que "al mundo le gusta" lo que hace ha supuesto que, para ella y pese a todo, ser influencer sea una forma de mantenerse “presente y viva”.

El mensaje de Sara Blanco a las personas mayores

A este respecto, mirando siempre al frente, lo que dice y lo que hace se corresponde: no se le pone nada por delante, y eso trata de trasladarle a los más mayores.

“Con que me sigan y lo vean eso les tiene que dar ímpetu para salir a la calle. Yo cojo mi andador y no me dejan porque me va a pasar algo, pero yo me salgo sola. Me voy a tomar un café, me paseo, hago la compra, me bajo y me voy a casa. Igual pueden hacer ellos. Si tienen enfermedad como si no la tienen. Hay muchas persona que, cuando yo paso por la calle a veces les veo que se están asomando al balcón. No bajan a la calle y con eso tienen bastante. Es una pena. Hay que mezclarse, de una manera o de otra. Con andadores, sin andadores, pero salir a la calle y participar de la vida, porque eso dará un proyecto para seguir viviendo”, reivindica en una entrevista que recoge Diario Sur, resumiendo con un mensaje claro que sintetiza su pensamiento más allá del párkinson: “La vida es sobreponerse a todo”.