La autopsia practicada al cuerpo del recién nacido hallado muerto el pasado viernes en la mañana semienterrado en un camino de tierra de la barriada de El Fargue, en Granada capital, ha apuntado a que estuvo vivo y murió de forma violenta, si bien, y dado que el cuerpo no presentaba signos aparentes de violencia, serán los exámenes toxicológicos los que detallen "la causa real" del fallecimiento.
Así lo ha indicado el delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, a preguntas de los medios en un acto de la Policía Nacional en Baza, señalando que la autopsia practicada al cuerpo en el Instituto de Medicina Legal de Granada, ya finalizada, ha dejado constancia de que el niño estuvo vivo, y ahora los investigadores están pendientes de los resultados de los exámenes toxicológicos de laboratorio para conocer las circunstancias de su muerte.
Fue un particular que caminaba por el Camino de la Barrera el que, sobre las 11.00 horas, vio lo que parecía un bebé envuelto en mantas y alertó al 112, que alertó a la Policía Nacional, Policía Local y a los servicios sanitarios del 061, que enviaron un equipo médico a la zona.
Tras constatarse la presencia del cadáver de un bebé de unos tres kilos, con pelo y los ojos hinchados, la Policía Nacional se hacía cargo de la investigación, acordonando la zona donde estuvo buena parte de la jornada recogiendo muestras de ADN que pueda ayudar en la búsqueda de los posibles responsables de los hechos.
Un caso similar, salvando las distancias y a la espera que de lo que trascienda de esta investigación, se produjo en enero de 2018, cuando una recién nacida fue hallada en el vertedero de Alhendín, un caso por el que fue juzgada y posteriormente condenada la madre de la pequeña a 25 años de prisión por asesinato.