La entrada en prisión provisional sin fianza del futbolista brasileño Dani Alves, acusado de violar a una mujer en una discoteca de Barcelona la madrugada del pasado 30 de diciembre, ha supuesto un duro golpe para su familia, especialmente para su pareja, la modelo canaria Joana Sanz, de 29 años, quien atraviesa una situación verdaderamente complicada tras perder a su madre hace poco más de una semana a causa del cáncer.
La modelo, que se casó con el futbolista de 39 años en 2017, ha querido lanzar un mensaje de apoyo a su pareja horas antes de que la jueza le acusara de violación y fuera trasladado a una cárcel de Barcelona. Joana ha señalado que sabe "cómo es" su marido y "lo respetuoso que es", además de asegurar que mucha veces ha visto mujeres acercándose "al reservado, atrevidas, a intentar algo" con Dani Alves, que ha negado las acusaciones. La mujer, sin embargo, estará ahora sin uno de sus pilares.
El 2023 está siendo un calvario para la pareja de Dani Alves. A lo acontecido este viernes se suma la trágica muerte de su madre hace poco más de una semana a causa de un cáncer de útero de "18 centímetros", según explicó ella misma en un podcast. Al parecer, la progenitora presentaba entonces una discapacidad intelectual y fue ingresada en un centro de psiquiatría, donde tienen "empatía cero" y "cero conocimiento de medicina", afirma Joana.
La mujer "se desangraba cada vez que iba al baño" a causa de la enfermedad y "ni caso le hacían", según destaca la modelo. Luchó porque la trataran y, entonces, sufrió otro revés: "Me dijeron 'aquí no se puede quedar y nosotros no podemos hacer nada'", detalla. Joana asegura haber tenido "suerte" en poder contratar los medios requeridos 24 horas para su madre, porque "si por los hospitales fuera, te mueres ahí". "Firmó para operarse el 29 de noviembre, no le dieron quirófano hasta el 17 de enero. Demasiado tarde", sentenció la modelo tras esta trágica situación. Ahora ha visto cómo su marido ingresa en prisión acusado de una agresión sexual.