Los accidentes de tráfico, son una de las principales causas de fallecimiento en nuestra sociedad, sobre todo cuando se producen debido a imprudencias. El 2022 se ha saldado con la muerte de 1.145 personas en accidentes de tráfico. Una de estas imprudencias al volante le costó la vida a una mujer y sus dos hijos en marzo de 2021 en Salceda, Pontevedra. En un cambio de rasante, Alfredo L.R., el acusado de homicidio imprudente, invadió el carril por el que circulaban las víctimas. Tras un choque, él quedó herido de gravedad, pero la mujer y sus dos hijos fallecieron en el lugar del accidente. Ahora, Alfredo asegura no recordar nada de lo que ocurrió aquel fatídico día.
"No se lo que pasó, lo sigo diciendo y lo diré siempre", esta es la frase que ha repetido el acusado durante el tiempo que ha durado el proceso judicial. Durante su alegato final, que comenzó esta mañana, Alfredo ha afirmado también que "no sé si soy culpable o no, siento mucho lo que pasado", así como que él está "muy mal física y anímicamente" tras el accidente.
Aquel fatídico día, Alfredo conducía bajo los efectos del alcohol, llegando a doblar la tasa permitida, según las pruebas que se le tomaron tras el incidente y como señaló la Fiscalía. Pero el acusado ha alegado durante la instrucción que "no encajan los resultados de la alcoholemia", agregando también que "jamás coge el coche si bebe" ya que le tiene "mucho respeto a la carretera", añadiendo que "nunca tuve una sanción" de tráfico.
Declaraciones que se contradicen con las dadas por algunos testigos y vecinos de la zona, quienes aseguran que horas antes del accidente, Alfredo "estaba alcoholizado, balbuceaba y se tambaleaba".
Ahora, tras las últimas alegaciones del acusado, el juicio queda visto para sentencia. Antes, ambas partes han tenido tiempo de exponer de las conclusiones finales respecto a este accidente que se saldó con la vida de tres personas tras una colisión brutal,en la que, según la Guardia Civil, el principal culpable circulaba a una velocidad de 128 kilómetros por hora, en una zona que estaba a 90 km por hora, e invadió el carril contrario.
La Fiscalía, pide para el acusado 9 años de prisión, aumentando los cinco que pedía por un principio, alegando que esta sería una condena justa. Señalando que "esto no se trata de un accidente que ocurre porque sí", sino que considera que el acusado actuó con "total desprecio a la vida", llegando a actuar Alfredo como un "kamikace", ha asegurado el abogado de la acusación particular. En cambio, la defensa exige la libre absolución de su cliente o, como alternativa, que se le condena a penas mínimas, ya que "nadie sabe cómo se produjo, ni nosotros ni el equipo de reconstrucción", afirmó el abogado del acusado.