La historia de Diego Barcia, un hombre de 46 años de Fene, Ferrol, está dando la vuelta al mundo. Este gallego fue dado por muerto en el año 2013 y para sorpresa de todos sus vecinos, ahora, 10 años después, ha vuelto a casa sano y salvo.
Todo comenzó en 2012 cuando abandonó Fene para trabajar en la vendimia de Francia. Desde allí, viajó hasta Berlín, donde estuvo unos meses, y después volvió a Francia para intentar entrar en la Legión Francesa y vivir de ello. Al no conseguir entrar en la Legión decidió irse a Siria para intentar cubrir el conflicto como reportero de guerra.
Consiguió llegar hasta Siria y nada más llegar a Alepo el 7 de marzo del 2013 fue interceptado por la policía, que le envió al calabozo. En aquella época, los extranjeros debían entrar a Siria por el Líbano y en avión y yo lo había hecho por Turquía y a pie», explica, según recoge La Voz de Galicia.
En ese momento, por las circunstancias que se vivían en el país, no pudo ni ponerse en contacto con su familia ni con ninguna autoridad española: "No tuve derecho a defenderme legalmente", lamenta.
Tras su detención, Diego fue trasladado a la prisión de Far'Falastin, en Damasco, donde permaneció hasta el año 2020. Después, fue enviado a la cárcel de Adra. Allí, narra que tuvo una "especie de juicio" en la que un magistrado cambió su consideración de 'terrorista' a 'periodista'.
Sin embargo, a pesar de que ya parecía que iba a conseguir ser libre, llegó el coronavirus y todo se paralizó. Por ello, hasta 2022 no pudo contactar con la embajada española.
Finalmente la embajada medió para que el gallego pudiese regresar a España y el pasado 24 de septiembre llegó a Madrid.
Mientras todo esto ocurría, su familia desconocía que se encontraba en Siria. Los familiares de Diego creyeron que la falta de información por parte del joven era debido a su intención de enrolarse en la Legión Francesa, ya que sus integrantes no pueden comunicarse con el exterior en el periodo de instrucción. Sin embargo, en una noticia de un medio holandés se dio por fallecido a Diego, lo que hizo saltar todas las alarmas para la familia.
La familia denunció su desaparición ante la Guardia Civil, aunque tras tantos años sin noticias suyas, muchos ya habían perdido la esperanza de su regreso a casa.