Los vecinos de la parroquia gallega de Tui se han unido en torno a Lúa, una perrita que apareció deambulando por el pueblo hace años y que todos acogieron con cariño. Lúa es ya una vecina más, querida, respetada y mimada. Pero esta preciosa historia pudo truncarse cuando un cazador portugués, su supuesto dueño, apareció para llevársela.
Lúa es mucho más que una vecina. Ella es como la reina del pueblo y este su casa. desde que apareció sola y triste hace ya casi diez años, asustada, porque se notaba desorientada. "No sabíamos si se había perdido o si le habían abandonado, aquí no le falta cariño, ni comida, ni cama".
La perra acude a diario al taller de Electromiño, lugar en el que apareció por primera vez y donde le dieron su primer lavado y plato de comida. Lúa duerme en la gasolinera donde noche tras noche hace compañía a los trabajadores hasta que amanece. Luego a la cafetería, donde acompaña a las vecinas a dar su paseo, al supermercado o al centro de salud, derrochando tanto mimo como recibe. Estos días descansa, pero entre sus quehaceres está el de acompañar a los niños que esperan el bus escolar cada mañana antes de ir al taller.
"Hombre, aquí la quiere todo el mundo", confiesan a Informativos Telecinco en el pueblo. Por eso todos se asustaron cuando llegué un cazador portugués diciendo que era suya y se la llevaba. Dijo que la había perdido hace años porque se le había escapado del remolque. Los vecinos entendieron entonces por qué cada vez que veía uno Lúa se ponía tan nerviosa. Pero los vecinos le tocaron el corazón. Lúa ya era parte de la familia, con la que al final se ha quedado.