A Martina Navratilova le acaban de detectar dos cánceres a la vez: garganta y mama. La noticia saltaba hace unos días. La tenista, de 66 años, fue diagnosticada de un cáncer de garganta en fase 1, muy incipiente. Cuando le realizaron más pruebas en relación con este tumor, le descubrieron otro, de mama y sin relación con el de garganta.
Es lo que los oncólogos llaman “cáncer sincrónico”: dos tumores primarios a la vez, dos cánceres simultáneos en el tiempo pero independientes. ¿Sorprendente? Para los oncólogos no. “A mí, lo que me extrañó fue que saliera en las noticias”, confiesa Elena Castro, oncóloga e investigadora de la Fundación CRIS Contra el Cáncer.
Castro es experta en cáncer de próstata, y trabaja en el Hospital 12 de Octubre de Madrid. Y explica por qué no le sorprendió el caso de Navratilova. “Mama y próstata son tumores muy frecuentes en la población general. Puede que estés estudiando un tumor de otra cosa y, al hacer pruebas, encuentres también un tumor de mama o de próstata. Y el diagnóstico va a coincidir en el tiempo”.
Explica que, con estos dos tipos de cáncer, “no es tan raro” detectarlos así, de forma casual, a la vez que otros. “Mama y próstata no son infrecuentes como cánceres sincrónicos, lo vemos con relativa frecuencia”, asegura. “Y ella está en edad, además”, subraya, en referencia a Navratilova. Porque la edad es un factor de riesgo en los cánceres sincrónicos, aunque no el único.
Navratilova ya tuvo cáncer de mama hace años, en 2010. Fue detectado en una fase muy inicial y se resolvió con radioterapia. Este de ahora puede ser una recaída de aquel, lo que los oncólogos llaman “recidiva”, o uno nuevo, independiente. Castro asegura que, sin tener más datos sobre su historial ni sobre las pruebas que le han hecho, es difícil saberlo. Aunque advierte: “Puede ser otro tumor primario. Una persona que ha tenido un cáncer de mama previamente, tiene más riesgo de tener un segundo”.
Pero, sea una cosa o la otra, un tumor de mama independiente o una recidiva del anterior, lo que le ha ocurrido a la tenista no es tan raro. Y ocurre con otros tipos de cáncer también. “Por ejemplo, en un cáncer de vejiga, cuando se opera al paciente se le quita también la próstata, y es muy frecuente que tuviera ahí un tumor. O en un paciente al que están estudiando por un cáncer de pulmón, al hacer la analítica sale el nivel de PSA alto y resulta que hay otro tumor localizado en la próstata. Son tumores primarios que se descubren de forma incidental”, explica Castro.
“Al hacer pruebas muy sensibles, como el PET, te puede aparecer una lesión en otro sitio que, al irla a estudiar, se puede ver que es un tumor primario”. Ocurre, sobre todo, con mama y próstata, aunque el de colon también es muy frecuente en la población. ¿Por qué no ocurre tanto con ese?
“Los cánceres de mama, próstata y colon son los más frecuentes, pero en mama y próstata muchos son asintomáticos. El colon sí que suele dar síntomas. Por eso, es más probable que los dos primeros te los encuentres al mismo tiempo que otros, por casualidad. Son los sincrónicos más frecuentes”, explica Castro. “Y también los de piel”, añade.
La edad es un factor de riesgo en cánceres sincrónicos, porque “tanto el de mama como el de próstata son más frecuentes en personas mayores. El cáncer, en general, lo es, porque va ligado al envejecimiento del organismo. Cuanto más mayor seas, más probabilidad tienes de que aparezca algo de esto”, advierte. “Salvo que tengas alguna predisposición genética, hereditaria, que entonces te puede ocurrir muy joven”.
“Hay mutaciones heredadas que aumentan mucho el riesgo de determinados tumores. Por ejemplo, en el gen BRCA. Cuando ambos (el 1 y el 2) están mutados, aumenta mucho el riesgo de tener cáncer de mama y ovario. Puede que, al estudiar un caso, se vean ambos tumores desarrollándose a la vez”. Es el caso, por ejemplo, de la actriz Angelina Jolie, que se ha sometido a sendas cirugías preventivas para evitarlos.
Y hay también factores causales, que predisponen a desarrollar dos o más tipos de cáncer. Tumores que tienen una causa común. “Por ejemplo, el tabaco aumenta mucho el riesgo de cáncer de pulmón, pero también de cabeza y cuello, es decir, en las vías respiratorias: garganta, laringe...”, explica Castro. O de vejiga. Y pone un ejemplo: “Es posible que a una persona que se le ve un nódulo en un pulmón, al hacerle el estudio se vea una lesión en la garganta y que sea un tumor”. Aunque en muchos casos, surge una duda: ¿Es metástasis?
Saber si el segundo tumor que se encuentra es metástasis del primero o es un tumor primario, independiente, no siempre es fácil. “Hay que biopsiarlos para saberlo. Y ver qué tipo de tumores son”. Los oncólogos hacen una serie de pruebas con las que pueden acabar concluyendo si es un cáncer sincrónico o no.
“A veces lo sabemos por la agresividad del tumor”, explica la oncóloga. Por ejemplo, a un paciente con un cáncer de pulmón grande y agresivo, de un tipo celular concreto, le ven otro tumor en la próstata, pero es pequeño, poco agresivo y con otro tipo de células diferentes. “En ese caso es fácil, vemos que no están conectados”. Pero Castro pone otro ejemplo, más difícil.
“Si es un fumador con un tumor en el pulmón y otro en la garganta, que ambos son epidermoides (con el mismo tipo de células), a veces cuesta saberlo. Lo sabremos por las mutaciones que tenga. Si tiene las mismas, tiene que ser el mismo tumor”.
Otras veces, explica, lo saben “por los marcadores tumorales”, como los niveles de PSA, marcador del cáncer de próstata. “Analizamos los marcadores tumorales, las mutaciones, la histología (el tipo celular del tumor), y en la mayoría de las ocasiones logramos concluir si es metástasis o son dos tumores primarios”.
¿Y cuál es el mejor tratamiento, en estos casos? “Lo que creas que puede tener mejor resultado para el paciente. Si dudas, si no consigues tener claro si es un cáncer sincrónico o una metástasis, y el paciente está en condiciones de operarse, normalmente lo que más beneficia al paciente es quitarlos y tratarlos como si fueran dos tumores primarios. Pero hay que estudiar cada caso”.
Volviendo al de Navratilova, Castro opina que “el de garganta parece localizado y en un estadio inicial, supongo que se lo operarán”. Y cree que “el que le va a condicionar más el pronóstico es el de mama”. ¿Por qué? Porque ya lo había tenido. Y, aunque se tratase de dos tumores primarios, “hay más riesgo” cuando aparece otra vez. Pero la oncóloga es optimista: “Se puede operar, y seguramente le irá bien”.
Castro destaca una cosa, por encima de todo. “Lo que pone en claro este caso de Navratilova es que la detección temprana es clave, es muy importante”. En el caso de la tenista, parece que los dos tumores –mama y garganta- son tratables, y para ello ha sido clave detectarlos a tiempo.