Multitud de personas se han sumado al homenaje a Elena Huelva, la joven influencer de 20 años fallecida por un sarcoma de Ewing tras cuatro años luchando contra la enfermedad. Entre múltiples muestras de cariño, desde las redes sociales, donde la sevillana visibilizó su situación para pedir que se invierta en la investigación contra el cáncer, son también numerosas personas las que han querido expresarle con mensajes de agradecimiento su coraje, su valentía, su fuerza y su eterna sonrisa.
Con su lema ‘Mis ganas ganan’, Elena nos ganó a todos, impulsándonos en una lucha que expresó desde el deseo de ayudar a otras personas y bajo una causa que no ha de olvidarse nunca: “Ha sido una luchadora nata y muy valiente, y sobre todo eso: que se invierta, que se done también para este tipo de cáncer, porque es lo que ella quiere, quería, y yo también”, expresaba Emi Huelva, su hermana.
Hoy, muchos han acudido para arroparla a ella y al resto de la familia al tanatorio de Camas, en Sevilla, donde dan a Elena el último adiós.
Con optimismo hasta en los momentos más difíciles, contando a través de las redes cómo evolucionaba su enfermedad ayudaba también a otros a contagiarse de su fuerza, al tiempo en que insistía en la necesidad de sumar apoyos en la lucha contra el cáncer.
“Hacía muy visible el día a día de esta enfermedad. Ella era capaz de decir ‘esto es lo que hay, y hay que salir adelante’, recuerda hoy Ignacio Gutiérrez, oncólogo pediátrico del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla, donde era tratada.
Como ella, otros jóvenes hicieron de la lucha contra el cáncer una causa en las redes. Del “Mis ganas ganan” que hoy resuena con fuerza al “Siempre fuerte” de Pablo Ráez, la difusión que hicieron hoy deja un legado crucial.
El malagueño, que padecía leucemia, con su campaña para la donación de médula ósea multiplicó las estadísticas: con su reto ‘un millón de donantes’, logró que se disparasen un 1.300%.
También otros como Olatz Vázquez, –periodista que expresó su lucha a través de la fotografía hasta el final, denunciando la desesperación de los que sufrieron el cáncer en tiempos de covid–, Omar Álvarez o Carlos Sarriá ‘Charlie’, influencer que también padecía el sarcoma de Ewing, con su particular humor trasladaron fuerza y ánimo.
Es también el caso del youtuber Jordi Sabaté Pons, quien con la ayuda de sus ojos y mucho humor se rodea de famosos para famosos para impulsar ayudas públicas para la ELA.