La investigación continúa sobre lo qué pudo ocurrirle al autobús de Cerdedo-Cotobade para acabar en el río Lérez y dejar siete víctimas mortales. El accidente se produjo en un tramo recto, el conductor dio negativo en el control de alcohol y drogas por lo que podría haber hecho aquaplaning debido al mal tiempo.
La Guardia Civil trabaja ya en analizar las causas del accidente. Tratan de saber cómo el autobús se salió de la carretera en plena recta y fue a parar al río, para ello es primordial sacarlo de ahí.
El peso del autocar sumado a la resistencia del agua hace que se baraje otra opción como la de partirlo en dos para facilitar la tarea.
Van a esperar a que baje un poco el caudal, así se podrán ver los neumáticos, analizar los frenos y el tacógrafo, que indicará la velocidad en el momento del accidente, que además se produjo en una noche muy cerrada y lluviosa.
Al conductor ya le han dado el alta y según la asociación de transportistas se trata de un profesional experimentado e intachable, el autocar había pasado todas las revisiones y las ruedas eran nuevas, creen que pudo sufrir aquaplaning y perder el control.
Los servicios de emergencias han localizado este lunes el cadáver de la novena pasajera del autobús y que deja, así, un saldo de siete fallecidos y dos supervivientes.
Las labores se habían reanudado a primera hora, después de que el hijo de la pasajera superviviente, que se encuentra en la UCI, se pusiese en comunicación con la empresa del autobús siniestrado para alertar de que su madre no viajaba sola, si no con una familiar con la que iba a cenar.
Fueron movilizados entonces efectivos de la Guardia Civil y de la Agrupación de Voluntarios de Protección Civil de Cerdedo-Cotobade, así como Bomberos de O Deza, de Emerxencias de A Estrada y de Gardacostas, para reactivar la búsqueda del cuerpo, que arrancó desde el lugar del siniestro.
Poco antes del mediodía, el helicóptero de la Guardia Civil avistaba el cuerpo, que se encontraba en una zona de difícil acceso y tuvo que ser recuperado por el Pesca I de Gardacostas. La fallecida es una mujer de unos 50 años, según ha explicado el delegado del Gobierno, José Miñones, a los medios desplazados.