Antes de que se comenzaran a repartir las cestas solidarias de Navidad en la discoteca Pelícano de A Coruña a las 10:00, cientos de personas aguardaban mucho antes para no quedarse sin ninguna de ellas. Esta iniciativa, fomentada por un grupo de empresarios, busca ayudar a todo aquel ciudadano de la localidad, que lo necesite, en estas dura época marcada por la inflación y precios desorbitados.
Para poder ser el beneficiario de uno de los dos mil lotes de este año, el único requisito es ser residente de A Coruña (Galicia), ya que al ir a recoger la cesta se pedirá el DNI y el documento de empadronamiento. Solo se puede recoger una por familia.
En esta época del año, y sobre todo después de un 2022 que ya está apunto de acabar, marcado por la subida de precios, que ha consumido a la sociedad española, "un granito de arena (como estas cestas de Navidad) hace feliz", aseguraba un hombre que acababa de recoger su cesta. En ella, los beneficiarios van a poder encontrar productos de primera necesidad, como arroz, fideos, chocolate. Pero también productos más especiales para estas fechas como decoración navideña o una botella de sidra, para que en estas fiestas también puedan brindar con sus seres queridos.
Estos actos llenan de una inmensa gratitud, tanto a quien los realiza como al que los recibe. Con un pequeño gesto se puede sacar un gran sonrisa. Esto es lo que ocurrió en una residencia para la tercera edad de Galicia, donde sus residentes estaban apenados durante estas fechas, ya que la gran mayoría iba a pasar esta época en la residencia y no con sus familiares. Para solucionarlo, el director, lanzó una campaña en el que pedía a la ciudadanía que les mandasen cartas felicitándoles la Navidad y recordándoles que "no están solos" como ellos creían.
La respuesta de la sociedad fue inmejorable, recibiendo cartas desde distintas partes de la geografía española, incluso de otras partes del mundo después de que la iniciativa se hiciese viral en las redes sociales. Ahora en la residencia se encuentran desbordados debidos al aluvión de cartas de cariño que han llegado para sus mayores, superando el objetivo de 1.000 cartas que Juan José, el director de la residencia, se había propuesto durante toda la festividad en tan solo unos pocos días.