La guardia civil que mató a sus hijas en Quintanar del Rey pudo planearlo todo: dejó puestas las llaves de casa

La guardia civil que mató a sus hijas, Iris y Lara, a tiros y luego se suicidó pudo planearlo todo. El compañero de trabajo que halló los cadáveres se encontró las llaves puestas por fuera de la puerta. Ahora habrá que esperar a la autopsia para saber si la mujer adormiló a sus hijas antes de dispararles con su arma reglamentaria.

Paola, de 42 años, pudo planear el asesinato de sus hijas y posterior suicidio porque dejó las llaves puestas, creen los investigadores, para facilitar el hallazgo de los cadáveres.

Los responsables del caso creen que Paola y sus hijas de 9 y 11 años llevaba unas 24 horas muertas cuando se descubrió el terrible suceso. El compañero de la agente estuvo esperándola en su puesto una hora y como no aparecía fue a buscarla a su casa, dentro del cuartel de Quintanar del Rey, en Cuenca. Además, el día anterior, el miércoles, ni la madre ni las hijas respondieron sus móviles cuando sus abuelos paternos las llamaron.

Dos tiros a corta distancia

El cadáver de una de las niñas estaba en una cama junto a su madre. El de la otra en otra habitación. Hay que esperar a los resultados de la autopsia para saber si la agente, de 42 años, drogó a sus hijas antes de dispararle con su arma reglamentaria. Según informa el diario El País, la mujer disparó dos veces a corta distancia a cada una de sus hijas.

Nadie escuchó nada en el cuartel porque muy poco gente vive ya allí y las pocas familias que lo hacen podrían no estar en ese momento o estar lejos de la vivienda de Paola.

Nadie se explica que algo así haya podido pasar. La agente no tenía antecedentes por baja psicológica. Aunque sus compañeros aseguran que llevaba tiempo queriéndose ir a Algeciras, de donde Paola era natural. Estaba esperando una plaza allí para irse con sus hijas.