El Índice de Precios de Consumo (IPC) descendió una décima en noviembre en relación al mes anterior y recortó medio punto su tasa interanual, hasta el 6,8%, su cifra más baja desde enero, justo antes de declararse la guerra en Ucrania, cuando el IPC se situó en el 6,1%, según los datos definitivos publicados este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que coinciden con los avanzados por el organismo a finales del mes pasado. Sin embargo, el precio de los alimentos más básicos sigue disparado, situándose en el 15,3%. Por lo que la OCU, ha solicitado al Gobierno que rebaje el IVA de los productos básicos saludables, para que no se sigan dañando la salud financiera española.
Este está suponiendo un duro golpe para las economías familiares de España, a la que a los precios desorbitados de los alimentos también tienen que sumar el elevado coste de la energía. Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el actual costes de los alimentos, supone un sobrecoste de 830 euros al año en la cesta de la compra.
Los precios de los alimentos no cesan de subir, siendo uno de los más afectados los productos básicos considerados para tener una dieta equilibrada y saludable. Lo que provoca que estos se alejen de los carros de compra de muchas familias españolas que no se lo pueden permitir. En el caso de la leche, esta ha sufrido una subida interanual del 30%. al igual que los aceites y grasas. Así mismo, los huevos (26%), el pan (15%), la carne de ave (14%), la carne de cerdo (13%), la fruta fresca (12%) o las legumbres y hortalizas frescas (10%).
De hecho, los resultados de una encuesta sobre hábitos de consumo realizada por OCU en abril de este año ya advertían del duro panorama al que se enfrenaban muchas familias como consecuencia del aumento de la inflación: el 21% de los hogares compraban menos carne y pescado; y un 42% estaba empezando a sustituir sus productos habituales de primeras marcas por marcas blancas, lo que refleja las dificultades para llegar a fin de mes.
Por ello, la OCU ha pedido al Gobierno que baje al 0 % el IVA de los productos de primera necesidad y que contengan un perfil nutricional más saludable. Esta medida, ya ha sido empleada en Irlanda y Reino Unido, dónde frutas, verduras, legumbres, arroz, pasta, carne y pescado frescos o congelados, leche, huevos, pan integral, frutos secos y aceite de oliva virgen carecen de impuestos. Además, la OCU, también propone una reducción de este impuesto al 4 % para todos aquellos productos esenciales y que tengan un perfil nutricional aceptable. En este rango se situarían productos como lácteos sin azúcares añadidos, cereales de desayuno integrales sin azúcares ni grasas añadidas y aceites de semillas, entre otros.
Por último, OCU solicita a las diferentes administraciones la activación urgente de un sistema de cheques de alimentos para las familias vulnerables, especialmente aquellas con menores a cargo. Al menos mientras la inflación siga en valores tan altos, una situación muy probable mientras se mantengan los elevados precios de la energía.