La mujer, identificada como Tamara, se encontraba en mitad de un vuelo de KLM Royal Dutch que despegó de Ecuador dirección España cuando comenzó a sentir fuertes dolores de tripa y acudió rápidamente al aseo. Para su sorpresa, el malestar procedía de que estaba a punto de convertirse en madre, algo que ella nunca habría imaginado. Este tipo de embarazos en los que la madre no puede reconocer su propio estado, conocido como embarazo críptico o silencioso, se da en casos excepcionales de mujeres. Recientemente, una mujer acudió al médico por un fuerte dolor de espalda y descubrió que estaba embarazada y de igual manera, a punto de dar a luz.
Tamara había despegado de Ecuador cuando en mitad del vuelo, comenzó a sentir fuertes dolores estomacales y decidió acudir rápidamente al baño del avión pensando que había comido algo que le había sentado mal, según indica The New York Post. La mujer iba a hacer una escala en Ámsterdam antes de tomar su último vuelo a España y, una hora antes de aterrizar en Países Bajos, comenzó a tener fuertes contracciones. Minutos después, Tamara tenía a un bebé recién nacido en sus brazos, según informó un portavoz del hospital Spaarne Gasthuis Haarlem Zuid a NL Times. "Tamara no tenía idea que estaba embarazada", dijo el personal del hospital.
Por suerte para la madre, en el avión se encontraban dos doctores y una enfermera de Austria que pudieron ayudar a Tamara a dar a luz, algo por lo que la mujer se sintió muy agradecida con ellos. Tanto que sin duda alguna, Tamara le puso el nombre de Maximiliano a su bebé, el nombre de uno de los pasajeros que le ayudó durante el parto, para recordar siempre el sorprendente y entrañable suceso.
Tanto la madre como el bebé Maximiliano, se encuentran en buen estado de salud, según informa KLM. Una vez aterrizaron en el aeropuerto de Schipol, la madre y el bebé fueron trasladados al hospital para someterse a chequeos médicos, que afortunadamente, todo resultó estar bajo control. De hecho, en cuestión de unos días, la madre y el bebé viajarán a Madrid, que era su destino final desde un principio.
Los pasajeros que viajaban en ese momento en el avión donde Tamara dio a luz, no podían creerse la arbitraria situación que acababan de vivir y, desde luego, Maximiliano tendrá una bonita y única historia que contar cuando sea mayor.