Desde que se anunció la Ley de Bienestar Animal, que pretende mejorar las condiciones de los animales, apostando por erradicar el maltrato, así como su sacrificio a través de sendas condenas, las redes sociales se ha llenado de bulos y polémica. Uno de los principales puntos de desacuerdo es entorno a los perros de caza, llegando a provocar hasta enfrentamientos en el seno del Gobierno de coalición. El PSOE no quiere que entren estos animales dentro de las protecciones que la ley ofrece, por lo que presentó una enmienda, la cual ha paralizado por completo la ley por falta de acuerdos. Esta modificación era mal vista a los ojos de Unidas Podemos, quien contempla a todos los animales iguales, sin depender del medio en el que habiten o la función que desempeñen. Pero ahora, la ministra de la formación morada, Ione Belarra, acepta la enmienda, pero con modificaciones, para desbloquear cuánto antes su salida.
Tras un largo proceso, el Consejo de Ministros dio luz verde a la tramitación el pasado 1 de agosto. Pero rápidamente, la ley impulsada por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 se llenó de enmiendas a la totalidad, así como parcial, por parte de varios grupos parlamentarios como PP, PNV, Vox y PSOE.
La enmienda presentada por este último el pasado 13 de septiembre, creaba un cisma de crispación en el Gobiernos de coalición. Los socialistas no querían que esta se aplicase a los perros de caza, ni tampoco a otros animales empleados en actividades profesionales, como policía o de rescate, así como a la ganadería o la cetrería.
Ahora, Ione Belarra, propulsora de la Ley de Bienestar Animal, ha considerado aceptar la enmienda del grupo socialista con el fin de desbloquear su salida del Congreso de los Diputados. Pero con una condición, que estos animales únicamente queden excluidos cuándo están realizando su labor profesional, fuera de ese ámbito quedarán totalmente protegidos por las garantías que ofrece la ley. Situación que ya contempla la normativa aprobada en Castilla-La Mancha.
Esta exclusión ha puesto en pie de guerra a los animalistas, quienes llevan manifestándose desde que se dio a conocer la enmienda del PSOE, con carteles de "mismo perro, misma ley", asegurando que esta enmienda "abrirá la puerta al maltrato, la cría indiscriminada y sin control, la matanza de camadas en función del sexo deseado o el sacrificio de adultos que ya no cumplen las características para su uso". Desde estos colectivos piden que no se excluya a ningún animal por cuestión de su raza o función, ya que al igual que nosotros, todos somos iguales ante la ley.
También, advierten que los animales que son utilizados en estas prácticas son en ocasiones los que peores viven, como advierten desde Anima Naturalis, quienes aseguran que las razas caninas utilizadas para la caza viven "en las condiciones más precarias que se puedan imaginar".