Un juzgado de Nueva Zelanda evaluará la petición de tutela judicial de un hospital de Auckland ante la exigencia de los padres de un bebé de cuatro meses que solo quieren que se use sangre no vacunada en la operación de corazón que podría salvarle la vida.
El hospital ha advertido que el bebé sufre una estenosis severa de la válvula pulmonar por lo que requiere una operaciñn inmediata para salvarle la vida. El problema surge cuando los padres, influenciados por la opinión de un activista antivacuna se niegan a que la sangre usada para la transfusión necesaria en la intervención esté contaminada por ninguna vacuna.
Los padres han ofrecido a los médicos la posibilidad de cualquier otra alternativa que no pase por el uso de sangre contaminada con vacunas. Y eso a pesar de que los responsables sanitarios del hospital de Aukland les han asegurado a estos padres que toda la sangre es sometida a un proceso de filtrado y de limpieza que garantiza la pureza de la misma.
Mientras la Justicia toma una decisión las posturas a favor y en contra de las vacunas se están enfrentando en la calle en varias manifestaciones y concentraciones de activistas de ambos bandos, según informa el medio local RNZ. Tanto los asesores de los padres como su abogada son reconocidos miembros del colectivo antivacunas de Nueva Zelanda.