Esta semana era encontrada muerta encerrada en una siniestra habitación Milena Sánchez, una chica de solo 20 años. Su asesino se había suicidado tras matarla. Milena fue hallada porque envió su ubicación a una amiga. Las mujeres que ejercen la prostitución denuncian que trabajan completamente desprotegidas.
Milena ejercía la prostitución. La buscaban desde que su novio había denunciado su desaparición hacía una semana. Cuando hallaron muerto a su asesino en un piso del centro de Madrid nada hizo pensar que la joven de 20 años estaba encerrada ya fallecida bajo llaves en una habitación de la vivienda, que su verdugo usaba para prácticas sexuales.
Alfonso, el asesino de Milena, había dejado una nota de suicidio. Estaba enfermo terminal y pedía que donaran su cuerpo a la ciencia. Antes había, presuntamente, estrangulado a la chica, cuyo cuerpo tenía una serie de lesiones. La dejó en la habitación de los horrores en una cama.
Las mujeres que ejercen la prostitución como Milena Sánchez denuncian que trabajan completamente desprotegidas. “Da mucho miedo, temor porque no sabes con qué persona te vas a encontrar”, cuenta Liliana que ejerció la prostitución siendo víctima de explotación sexual.
“Hay hombres que te estrangulan o te empiezan a golpear…”, cuenta esta mujer que asegura que las prostitutas trabajan expuestas al peligro.