El puente de diciembre, uno de los más esperados del año, se encuentra a la vuelta de la esquina: este año las fechas festivas se sitúan justo en el área central de las cinco jornadas laborables: el 6 de diciembre, Día de la Constitución, cae en martes, mientras que el 8 de diciembre, día de la Inmaculada Concepción, se celebra un jueves. Por tanto, cada cual tendrá que buscar su propia estrategia para construir un puente que, en función de sus posibilidades, podrá ser muy largo y abarcar la semana completa. ¿En qué comunidades son festivas estas jornadas? ¿Existe alguna que quede fuera de estas celebraciones?
Según el Boletín Oficial del Estado (BOE), que hace público cada año su calendario laboral, este 2022 hay un total de ocho fiestas nacionales obligatorias y cuatro de carácter sustituible. Así, en total, tenemos un marco de 12 festivos nacionales, al que se suman dos fiestas locales (que dependerán de cada ayuntamiento) y tres puentes.
A estas alturas del año, tan solo contamos con dos festivos nacionales por disfrutar, que son precisamente el martes 6 de diciembre, Día de la Constitución Española; y el jueves 8 de diciembre, la Inmaculada Concepción. Además, el 25 de diciembre, festivo sustituible, puede estar incluido o no en el calendario, dependiendo de la comunidad autónoma.
Esto significa que tanto el 6 de diciembre como el 8 de diciembre están recogidas como fiestas nacionales no sustituibles, por lo que ninguna comunidad autónoma puede tocarlas, siendo obligatorias en todo el país.
El día 6 de diciembre celebramos el Día de la Constitución, en el que se conmemora la fecha en que se desarrolló el referéndum de nuestra Carta Magna, con un 91,81 por ciento de los votos a favor. Aunque este texto, que es la piedra angular de todo nuestro sistema legislativo y de la democracia en nuestro país, se aprobó en 1987, no fue hasta 1983 que se convirtió en festivo nacional.
En cuanto a la festividad de la Inmaculada Concepción, se trata de una celebración de origen religioso y de larga tradición en España: se celebra desde 1644, incluso antes de que el Papa Pio IX declarara el dogma de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María en 1854.
La celebración de esta jornada en nuestro país tiene origen bélico y está relacionada con el “Milagro del Empel”. Se dice que durante los días 7 y 8 de diciembre de 1585, durante la Guerra de los Ochenta Años, el ejército español se enfrentaba a sus enemigos en condiciones muy adversas. En esas circunstancias, un soldado encontró una imagen de la Virgen, por lo que el ejército improvisó un altar en su nombre y se pasó la noche rezando. A la mañana siguiente los españoles obtuvieron una victoria que, en principio, parecía imposible.
A partir de entonces, aquel evento se consideró un milagro conseguido gracias a la protección de la Inmaculada Concepción. Por ello, se decidió proclamarla patrona de los Tercios de Flandes e Italia.