Se llama Izan Junior y nació el pasado miércoles a las 9 de la mañana, pero no lo hizo en Hospital en el que estaba todo previsto que ocurriera sino que vino al mundo en un taxi.
Es una de esas historias en las que los profesionales del volante demuestran que están hechos de otra madera y que a, parte de dar un servicio público, también saben cómo ocuparse de sus clientes.
Los padres de Izan cogieron el taxi de Piter con la urgencia de un parto que se presentaba inminente, pero la naturaleza no quiso esperar a estar en el paritorio y se aceleró todo.
Piter intentó llegar a otra centro sanitario más próximo pero tampoco fue posible, así que la madre, ayudada por su pareja y sobre una manta en el asiento trasero del vehículo, dio a luz al precioso Izan Junior.
Si perder los nervios ni el control, Piter tuvo tiempo de avisar al peronal de hospital de forma que cuando llegaron estaban esperándoles para atender a la madre y al bebé.