No a todo el mundo le gusta la Navidad en Vigo: los vecinos se quejan de las luces y el ruido

  • Hay quien recibe con ganas la Navidad y hay vecinos, en el centro de Vigo, para que los comienza una pesadilla que dura casi tres meses

  • La luz les impide el descanso y se ven afectados por el despliegue de atracciones y puestos del mercadillo navideño

  • La navidad viguesa madruga, conquista el calendario, con 59 jornadas más el montaje: "Es insoportable", cuenta un hombre

Hay quien recibe con ganas la Navidad y hay vecinos, en el centro de Vigo, para que los comienza una pesadilla que dura casi tres meses. El alcalde, Abel Caballero, dio paso a la celebración hace unos días. Y esta es la luz que, durante cinco horas al día, impide el descanso a muchos residentes, que también ven cómo se les complica la vida por ese despliegue de atracciones y puestos del mercadillo navideño. Saturados de ruidos y villancicos, piden una reunión urgente con el alcalde.

El alcalde de Vigo resplandeció el planeta hace unos días con su botón: "He recibido miles y miles de felicitaciones". Muchas personas aseguran que el espectáculo navideño es"alucinante", algunos bromean con no querer moverse de la ciudad. Pero en la zona cero, las luces 'cegaron' a sus vecinos. "Hemos conseguido ya más de 1.700 firmas", cuenta uno de los afectados. "Nos están invadiendo nuestras vidas. Hay ruido, cortes de tráfico, faltas de servicio, olores, gritos... de todo", agrega otro.

"No escuchamos ni la televisión"

La navidad viguesa madruga, conquista el calendario, con 59 jornadas, más el montaje. "Son dos meses y medio, es insoportable", precisa uno de los vecinos, que escuchan los alaridos de una noria que casi pueden tocar. Los altavoces aulan conversaciones, el volumen es "altísimo".

"No escuchamos ni la televisión", detalla una mujer. Los puestos, las atracciones, el tránsito que bloquea todo el área... Todo hasta las 23:00 horas y hasta las 01:00 los fines de semana. "Nos encanta la Navidad, pero lo estos parques de atracciones", sentencian los afectados, que piden que su alcalde también les quiera.