La Guardia Civil sigue tratando de determinar qué le ocurrió a Esther López, la vecina de 35 años de Traspinedo (Valladolid) que fue hallada muerta hace 10 meses, después de estar varias semanas desaparecida. La hipótesis que manejan los investigadores es que la joven fue atropellada por alguien que depositó su cadáver en una cuneta con posterioridad. El principal sospechoso del crimen, Óscar S. M., incurrió en varias contradicciones al relatar cómo transcurrieron los hechos tras verla por última vez con vida, pero no hay pruebas suficientes para incriminarlo. La familia, no obstante, pide tomar medidas al considerar que ya hay muchos indicios, como los hilos hallados en su vivienda o la modificación de la centralita de su turismo, proceso en el que pudo tener ayuda de una tercera persona.
La Unidad Central Operativa (UCO) de la Benemérita ahora trabaja con una nueva cámara para desmontar su coartada y demostrar que mintió en su declaración. El sistema de vigilancia de un lavadero de coches de una gasolinera de Valladolid capital captó el 13 de enero (horas después de la desaparición de Esther López) un vehículo con características similares al de Óscar, no obstante, el acusado negó que fuera él quien entrara a esas instalaciones y que las abandonara 15 minutos después. Así, efectivos del Instituto Armado han acudido este martes al Polígono de Argales con motivo de las indagaciones que realiza para tratar de certificar que lavó su turismo.
El dispositivo se ha centrado en la estación de servicio situada a la altura del número 51 de la Avenida de Zamora. La Guardia Civil está convencida de que podrá certificar sus indagaciones, a pesar de que en las imágenes no se vea ni la matrícula ni la persona que iba al volante del vehículo. Los agentes han acudido acompañados por operarios de la empresa gallega Ingenería y Seguridad Vial (ISV) con el fin de que éstos realizaran una serie de mediciones en 3D para comprobar que el vehículo recogido en las cámaras de la gasolinera coincide con el Volkswagen T-Roc propiedad del principal investigado, conforme a la tarea encomendada por la titular del Juzgado de Instrucción 5 de Valladolid, Soledad Ortega, encargada del caso.
Los técnicos de ISV han realizado un escaneado de zonas del lavadero por las que se movió el turismo recogido en la cámara de seguridad de la gasolinera que luego superpondrán con el fin de determinar si dichas medidas, en 3D, coinciden con las del T-Roc. Hasta la fecha, la mayoría de los informes realizados por la UCO dirigían todas las sospechas sobre la persona del también vecino de Traspinedo, Óscar, supuestamente la última persona que la noche de autos, el 13 de enero, vio con vida a Esther y la llevó en su vehículo tras una noche de juerga.
Inicialmente, las investigaciones recayeron sobre los también vecinos de Traspinedo Ramón J.G.F, único que se ha visto privado de libertad durante casi una semana, y Lucio Carlos G.D. ('Carolo'), si bien el constante goteo de informes de la Benemérita sobre el caso han dejado a ambos en un segundo plano y han puesto en el disparadero a Óscar.
Entre esas pruebas la UCO se ha apoyado en el hecho de que los teléfonos móviles de la víctima y del sospechoso fueran desconectados al mismo tiempo la noche de autos, así como en la compatibilidad de que el móvil de ella estuviera posicionado sobre las 03.26.25 horas en el domicilio familiar de Óscar, en la parcela cuatro de la Urbanización El Romeral de Traspinedo, a pesar de que él haya negado por activa y pasiva haber estado con ella en el inmueble aquella madrugada.
La manipulación de la centralita del Volkswagen T-Roc, propiedad de Óscar, con el borrado de eventos y averías registrado los días 1 de febrero y 2 de abril, supuestamente para eliminar cualquier información sobre los movimientos del vehículo (proceso en el pudo tener ayuda de una tercera persona en un parking de Valladolid); el hallazgo de restos de ADN de ella en el maletero del citado turismo, y la compatibilidad entre una fibra de la chaqueta que vestía la víctima y la obtenida en la vivienda de Óscar figuran, entre otras, como parte también de las evidencias que a juicio de la UCO incriminan al investigado en la desaparición y muerte de la joven.
La familia de la víctima, a través de su representante legal, ya había solicitado, sin éxito, el encarcelamiento de Óscar al entender que las pruebas obtenidas hasta el momento eran más que suficientes para iniciar contra él un proceso penal y ponerle entre rejas, a la espera del correspondiente juicio con jurado popular. Sin embargo, la instructora de la causa, de conformidad con el fiscal del caso, ha acordado mantener en libertad provisional al investigado, cuyo teléfono ha estado 'pinchado' y su vehículo 'balizado' para un seguimiento de sus conversaciones y desplazamientos, respectivamente.
Mientras tanto, Traspinedo sigue concentrándose cada mes en recuerdo de la desaparición y muerte de su vecina hace ya 10 meses y para exigir Justicia a través de la detención del autor o autores implicados en los hechos. Las pesquisas han mantenido hasta la fecha la tesis de que Esther López Tras, cuyo cuerpo fue hallado el 5 de febrero en una cuneta a las afueras de Traspinedo, en la carretera N-122, sufrió un atropello y que el mismo no fue la causa de la muerte sino la hipotermia sufrida por la vecina de Traspinedo en las horas posteriores al impacto.
El informe forense apuntaba que la víctima fue atropellada aquella noche cuando deambulaba por el sentido derecho de la carretera en dirección a la localidad y que el impacto fue "a media o baja velocidad", sin que el golpe, fundamentalmente a la altura del glúteo izquierdo, tuviera entidad suficiente para casusar su fallecimiento, producido a posteriori por una posible conjunción de factores como un shock e hipotermia.
La vecina de Traspinedo era buscada desde que sus padres presentaran denuncia el 17 de enero después de que no diera señales de vida tras haber estado la noche de su desaparición viendo en un bar del pueblo el partido de la Supercopa entre el Barcelona y el Real Madrid y luego continuara la fiesta con unos amigos en casa de uno de ellos y más tarde en unas bodegas.
Esa era la versión que habían facilitado las dos personas con las que estuvo esa noche antes de que se le perdiera el rastro, los vecinos de Traspinedo Óscar y Carlos, que viajaron con ella en el coche del primero de regreso a casa y que, según relataron con algunas contradicciones, se detuvo ante el restaurante La Maña. En el relato ofrecido, Carlos se apeó del vehículo para ir a su casa y luego Óscar y Esther discutieron porque ella quería seguir de fiesta y él la dejó en las inmediaciones, sin que se volviera a saber nada más de la mujer en 24 días.