¿Cómo afecta la inflación al menú escolar?
La inflación también afecta a la calidad y a la cantidad de los menús de los colegios escolares
Las familias, más preocupadas que de costumbre por la calidad de lo que comen sus hijos en el colegio
Una madre denuncia que le faltan seis euros para pagar el comedor escolar de su hija: "No llego, no puedo"
La inflación se ha dejado notar en la luz, el gas, el precio de los alimentos más básicos y de la gasolina… Llegados a este punto, los menús de los comedores escolares no se iban a librar. Las familias han mostrado su preocupación por la repercusión de la subida de los precios en la calidad de lo que comen sus hijos en el colegio.
Los niños que comen en el colegio suelen hacerlo por razones de conciliación. Esta es una comida clave para los niños en pleno desarrollo y para las familias con menos recursos es quizás la única completa nutritivamente hablando que pueden ofrecerle a sus hijos.
MÁS
Aumenta la preocupación de las familias por los menús escolares
Para que la comida llegue al comedor escolar es necesaria la materia prima, electricidad que enciende las cocinas, la gasolina de la furgoneta de reparto… todos productos especialmente afectados por la inflación.
Las familias, que siempre se han quejado de la calidad de la comida que se sirven en los comedores escolares, este curso están más preocupadas que nunca. "Van a bailar lentejas con el agua", aseguran desde la CEAPA en declaraciones a 20 Minutos.
Al problema de la inflación se suma que las tarifas de los menús en los colegios públicos llevan seis años congelada. La portavoz de la federación que integra a las principales compañías del sector de la restauración colectiva, Food Service España, María López, pone énfasis en la “critica” situación de la Comunidad de Madrid, donde dice que esos precios llevan inamovibles nueve años. Actualmente el menú escolar en esta región cuesta 4,88 euros, IVA incluido. A las familias les supone unos 100 euros al mes, según los días lectivos.
López en una información de la agencia EFE, justo antes de que comenzara el actual curso escolar, López argumentó que las empresas de catering de colectividades deben afrontar la "volatilidad enorme" en los precio. Si antes podían cerrar los acuerdos con los proveedores de cara a seis meses, ahora la coyuntura económica les obliga a hacerlo con dos semanas de antelación y eso afecta “mucho” a la hora de planificación los menus escolares con los dietistas y nutricionistas.
En la misma línea se pronuncian desde CEAPA, que aseguran que los padres y madres les transmiten su "inquietud" y "miedo", sobre todo con respecto a los contratos con la Administración porque "los precios no van a variar porque el contrato ya está firmado. Los sueldos son inamovibles y las empresas tienen que pagarlos, así que van a buscar rentabilidad en la compra de materia prima, van a ir a por la más barata, independientemente de sus nutrientes; y en las cantidades, con lentejas que bailan en el agua con patata y medio chorizo, si lo llevan", sentencia José Antonio Álvarez Caride, presidente de CEAPA.