Situación difícil de entender en el tanatorio de la M-30 de Madrid. Una mujer ha alertado a la Policía Nacional al descubrir que el cuerpo que había estado velando durante horas no era el de su madre. Muchos ciudadanos se preguntan quién ha sido el responsable de este grave error y, sobre todo, cómo la otra familia no se percató también de este intercambio de cadáveres.
Los hechos ocurrieron el pasado miércoles. Los familiares de María F. D., una mujer de 91 años, fueron los encargados de alertar a las autoridades. Habían estado velando el cuerpo con el ataúd cerrado y, al querer darle el último adiós, su hija comprobó que no era su progenitora. Ante el error, la funeraria que se encargaba del cuerpo le dijo que no disponía del cadáver y que no sabían dónde se encontraba.
Al parecer, el día anterior, otra familia que velaba a un ser querido, una mujer de la misma edad, notó algo raro, pero no lo tuvieron en cuenta y siguieron con la incineración. El tanatorio trató de enmendar el incidente, pero ya era tarde. "Nos cambiaron el cadáver", han lamentado los familiares de María. La Policía Nacional investiga ahora dónde se produjo el error de identificación, si en el hospital o en el traslado al tanatorio.
Ambas partes dicen que cumplieron con los protocolos, pero la funeraria municipal se va a personar en la causa como perjudicada. Se realizará un examen de las cenizas para comprobar si la identidad de la mujer incinerada. En el caso, una coincidencia dramática: ambas fallecidas nacieron en el mes del mismo año y murieron el mismo día en el mismo hospital.