Una niña de tres años de Écija, en Sevilla, falleció a finales del mes de septiembre en el hospital después de ser operada de amígdalas. El informe clínico recoge que la menor sufrió una "muerte encefálica", mientras que su familia sigue exigiendo respuestas: quieren averiguar si hubo alguna negligencia en la intervención, si la menor debió ser ingresada o si se debió detectar antes de la operación que tenía las venas deterioradas.

El informe clínico señala como la causa del fallecimiento el shock hemorrágico derivado de la operación de amigdalectomía con adenoidectomia a la que fue sometida, según recoge 'Diario de Sevilla'. El abogado de la familia de la pequeña, Fernando Osuna, pide que se investigue con peritos qué ocurrió desde el 19 de septiembre, cuando los padres llevaron por primera vez a su hija, hasta el 24 de septiembre, cuando se produjo la hemorragia y la muerte cerebral. El letrado precisa que, si se produjo la hemorragia "es porque algo falló".

Los expertos determinarán por qué se desangró la niña, que sufrió una "hemorragia tan grande que dejó restos por toda la casa", señala el rotativo local. La pequeña fue operada el pasado 19 de septiembre bajo anestesia general para eliminar una "hipertrofia de amígdala y adenoide que le provocaba dificultad respiratoria nasal y ronquidos nocturnos". La intervención acabó sobre las 10:30 horas, pero sus padres no salieron del Hospital de Alta Resolución de Écija hasta las 18:00 horas. Los sanitarios habrían actuado sin realizar una analítica de sangre previa a la menor, que fue dada de alta sin la correspondiente revisión.

El responsable de la intervención tampoco habría introducido los datos de la medicación para el postoperatorio en la tarjeta sanitaria de la niña, precisa la acusación. Un día después, el 20 de septiembre, los padres de la pequeña tuvieron que acudir a urgencias sobre las 06:00 horas debido a que la menor no se encontraba bien, pero recibió el alta al poco tiempo. Los dos días posteriores, tuvieron que regresar porque no mejoraba con lo que le habían recetado.

Así, en la madrugada del 24 de septiembre, los padres volvieron con la niña al hospital, que entró inconsciente en parada cardiorrespiratoria tras sufrir una grave hemorragia en su domicilio -le reventó una arteria cuando supuestamente estaba bien-. El abogado de la familia asegura que fue tratada de inmediato. Entonces fue diagnosticada de shock posoperatorio hipovolémico. No fue trasladada al Hospital Virgen del Rocío de Sevilla hasta tres horas después, donde terminó falleciendo. Los padres aseguran que se cometió un posible delito de homicidio por imprudencia relacionado con la actuación sanitaria.