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Los líderes mundiales y los delegados que asisten a la cumbre contra el cambio climático COP27 que se está celebrando en Egipto se han encontrado con un problema más allá de las negociaciones. Falta comida y agua para tomar entre reunión y reunión.
La poca oferta de alimentos en la conferencia esta siendo una de las comidilla, los delegados se están viendo obligados a subsistir con barras chocolatinas además de perderse sesiones en busca de algo que comer.
Este año, la ciudad-balneario de Sharm el Sheikh, ha sido el lugar elegido para celebrar la COP27, cumbre de Naciones Unidas para debatir y poner remedio al cambio climático, una ciudad ubicada en el desierto del Sinaí, donde las temperaturas son extremas.
"Todo lo que tengo ahora es una pera. No he podido encontrar agua. Solo quedan las bebidas de naranja y mango", ha comentado una de las delegadas a The Guardian. Las colas en los puestos de snack son enormes, según ha comprobado el periódico británico lo que está dificultando que se puedan seguir bien las sesiones.
Al parecer los únicos puestos de comida que cuenta con existencias para todos son los de helados, no ocurre lo mismo con los que ofrecen sándwich u otro tipo de tentempié.
"Ha sido terrible. Hay una fila para comida y otra para pagar. Es bueno que la gente sea honesta. Ayer subí y solo pude comprar tres helados", ha comentado una delegada de una ONG al periódico británico.
Una poca oferta que ha indignado aún mas a los asistentes vegetarianos que no son pocos en una cumbre sobre el clima.
Así las cosas muchos delegados han tenido que alimentarse a base de comida de Mc Donalds precisamente en una cumbre donde se trata de potenciar otro tipo de alimentos más sostenibles.
Aunque la mayor crítica que se está haciendo ya a los asistentes a la Cumbre es que muchos de ellos hayan acudido en avión privado. Desde el domingo que diera comienzo la cumbre, aproximadamente 400 aviones privados o de estado han aterrizado en Egipto