Padece cáncer de mama triple negativo metastásico (CMTNm), el más agresivo que hay. Uno de esos cáncer que asustan y que tiene muy mal pronóstico. Y a pesar del miedo, de la incertidumbre, Hilda Siverio (Tenerife,1971) ha intentado siempre ponerle una sonrisa a la vida y a su enfermedad.

Cuando hace ocho años le dieron el diagnostico, Hilda empezó a defender su derecho a contarlo todo en redes sociales a su manera, bailando y riendo sin pudor. Una alegría con la que ha evitado que sus tres hijos la vean sufrir y con la que trata de trasmitir el mensaje de que la vida es un regalo y que hay que exprimirla al máximo.

Hoy en día tiene 1,3 millones de seguidores con los que comparte su día a día y a los que ha dejado desolados con uno de sus últimos vídeos de Instagram. La vida de Hilda se apaga, "ya le queda poquito", dice. Y con su enorme sonrisa ha intentado no parecer triste cuando contaba la más triste de las noticias.

Estos días Hilda se ha rodeado de los suyos para compartir y celebrar esos momentos que les quedan juntos. Y por ellos y para todos los que la siguen, ha recordado su diario de cáncer, un cuaderno de bitácora visual que empezó a compartir para que los que se encuentran en la misma situación que ella se animaran y sacaran fuerzas de sus alegrías. Un documento visual al que ha llamado "Vivir, un poquito más", una de las frases que repite en sus vídeos para recordar que, aunque el diagnóstico no sea bueno, hay que aprovechar cada segundo.

"Me escribían otros enfermos diciendo: ¿cómo puedes reír sabiendo que vas a dejar solos a tus hijos? Y yo les digo: sé que me estoy muriendo, nadie tiene que decírmelo, pero te voy a enseñar otro camino. Te queda un mes, te quedan dos, te quedan tres, ¡vive!", cuenta para explicar por qué ella ha tratado de no caer ante las malas noticias, y eso que en su caso han sido terribles.

En 2014, cuando estaba embarazada de cinco semanas de Richard, su tercer hijo, le diagnosticaron cáncer de mama. Para no perder al niño espero hasta la semana 33, pero ya era demasiado tarde. Aunque pasó por nueve operaciones, en 2020 el diagnosticó empeoró, su cáncer había mutado a la cepa más agresiva, y desde entonces ha ido a peor.

Pese a todo, Hilda ha tratado de que todos, no solo ella, lo llevaran bien. Y ha intentando enseñar a sus hijos que "hay que tirar para adelante", siempre, y tratando de que sus seguidores encontraran en ella un apoyo.

Por eso su lema es: "Prefiero morirme que dejar la vida" y con ese objetivo lucha cada día por mostrarse animada. Una actitud con la que está logrando apoyar a otros enfermos que como ella sufren un cáncer agresivo y de difícil pronóstico.

Cada día le llegan miles de mensajes a sus redes de otros pacientes que dicen sentirse motivados o esperanzados por su actitud ante la vida, personas que siguen su página en Facebook "Sácale una sonrisa al cáncer" y que cuenta con seguidores de todo el mundo.

Pero aunque afronta con optimismo lo que le va pasando, tratando de aprovechar el regalo de un día más, Hilda no duda en dar la cara también por la investigación, pidiendo que se destinen más recursos a investigar un cáncer tan agresivo y peligroso como el que padece, el de mama triple negativo metastásico.

Un tipo de cáncer que representa el 15-20% de todos los cánceres de mama y que tiene una mayor probabilidad de recidiva y metástasis que otros tipo. "A día de hoy es muy triste que esté en fase de negociación un tratamiento que nos puede alargar un poquito más la vida, para estar un poquito más aquí, cuando nosotros lo que no tenemos es tiempo. Precisamente estamos en fase de descuento", confesaba a todos sus seguidores, denunciando que la Seguridad Social no dispensa el Trodelvy, una medicación aprobada para su tipo de cáncer en Europa pero que todavía no se ha autorizado en España.

Una queja que eso sí, comentaba sin perder esa sonrisa de labios rojos con la que dice quiere ser recordada: ¡Ojalá no me olviden, porque si recuerdan mi Sonrisa, ya seré inmortal!