Quedan pocas semanas para que comiencen las fiestas navideñas y para que 2022 toque a su fin. Esto significa, entre otras cosas, que la lista de días festivos que nos quedan por disfrutar en lo que queda de año es cada vez más reducida. El siguiente festivo nacional del calendario lo encontramos en el mes de diciembre, concretamente, el día 6 del ultimo mes del año. Se trata del Día de la Constitución Española, una jornada que se celebra invariablemente en todo el país. A esta jornada le sigue el jueves 8 de diciembre, día de la Inmaculada Concepción, también festivo nacional. Es el famoso 'puente de diciembre' que tan bien nos viene para tomar un respiro tras meses de duro trabajo. Ya solo resta el 25 de diciembre, festivo sustituible, que puede estar incluido o no en el calendario en función del criterio de cada comunidad autónoma. ¿Qué ocurre con el 9 de noviembre? ¿En qué comunidades es festiva esta fecha?
En realidad, el 9 de noviembre no es festivo en ninguna comunidad autónoma al completo: se trata de una festividad que solo se celebra en la ciudad de Madrid, lo que significa que el resto de áreas de la Comunidad de Madrid no disfrutarán de este festivo. En concreto, en esta jornada se conmemora a la Virgen de la Almudena, patrona de Madrid, y se trata de la festividad más importante para los madrileños: cada año se organizan todo tipo de actividades que, cada vez más, transcienden lo estrictamente religioso, si bien el origen de este festivo está muy hilado a la Iglesia.
Se dice que la Virgen de La Almudena, patrona de la capital, llegó a España gracias al apóstol Santiago cuando vino a hablar sobre el Evangelio, teoría que la propia web de la Catedral de La Almudena considera una leyenda. Por aquel entonces Madrid no era más que una pequeña villa formada por gente que veneraba con "profundo fervor" a esta figura a la que acabaron por designar patrona y que fue representada en distintas pinturas de la época. Eso sí, en aquella época se la denominaba 'Santa María de la Vega' o de 'La Concepción Admirable".
La leyenda cuenta que a comienzos del siglo VIII, ante la inminente invasión sarracena (que tuvo lugar entre los años 711-714), los cristianos de la villa de Madrid, para evitar la profanación de la imagen, la escondieron en un depósito de trigo de la muralla que rodeaba esta villa de Madrid que luego pasaría a ser capital de España.
El recuerdo de la Virgen permaneció durante siglos en la memoria de la población, hasta que el rey Alfonso VI de León reconquistó la ciudad, encontrando al cabo de un tiempo su imagen oculta. El Arzobispado de Madrid asegura que después de la reconquista de la ciudad en el año 1083, el rey Alfonso VI ordenó su búsqueda, sin lograrlo, pero hizo la promesa de que si ganaba la ciudad de Toledo intensificaría la expedición.
Fue el 9 de noviembre de 1085, con el pontificado de Gregorio VII, cuando se organizó una procesión que destapó, con un desprendimiento de piedras, el hueco en el que llevaba 373 años escondida la Virgen, cerca del cubo de la muralla árabe cercano a Almudayna. La imagen de la Virgen fue trasladada hasta la parroquia de Santa María, que fue demolida en 1868 para ampliar la calle Bailén. Desde entonces se llamó Virgen de La Almudena, por haber estado oculta en un almudín (al-mudy) o depósito del trigo.
La imagen actual de la Virgen de la Almudena fue coronada solemnemente el 10 de noviembre de 1948 y declarada patrona de la diócesis de Madrid por el papa Pablo VI el 1 de julio de 1977. Según recoge el Templo en su página web, la talla actual de la Virgen de la Almudena data de finales del siglo XV o principios del XVI y fue realizada por un escultor relacionado con el maestro Diego Copín de Toledo o por él mismo