Jesús, de 18 años, fue asesinado junto a su casa en Palomares del Río, Sevilla, la noche de Todos los Santos. Le golpearon con una barra extensible y le apuñalaron. La Policía, que investiga las circunstancias del crimen, detuvo el viernes a un menor de 16 años como presunto autor del crimen, pero creen que no actuó solo porque iba al menos con otros cuatro jóvenes. Ahora, El Diario de Sevilla, ha revelado un chat de Instagram en el que un amigo de este cuenta a otro qué sucedió aquella noche.
El joven que escribe es el propietario de la barra extensible con la que el detenido por la muerte de Jesús le golpeó y dejó abandonada junto a su cuerpo. En un chat de la red social, difundido en vídeo entre los jóvenes de Palomares y Coria del Río y al que ha tenido acceso el diario de Sevilla, el joven da explicaciones a otro de lo que ocurrió después de que en una de las stories de Instagram se publicase su imagen incriminándole como uno de los asesinos.
Responde a un joven que le reprocha lo que “le hicieron a un chaval que iba para su casa” advirtiéndole de que mejor “no salga de su casa”. “Dime lo que le hicisteis”, le insiste.
El propietario de la barra le responde que esa noche iban en un grupo de cinco y el detenido “cogió la extensible que tenía yo y le pegó, el chaval se defendió". Entonces, él se marchó de allí con otro de los jóvenes. No es un asesino, así se lo ha transmitido a la Guardia Civil, dice. "¿Y por qué le pegasteis?", le pregunta, ante lo que se defiende: "Le pegó él".
La madrugada del día de Todos los Santos, Jesús regresaba de fiesta y pasó por el parque en el que estaba su hermano pequeño para pedirle las llaves de casa. Allí discutió presuntamente con su agresor, de 16 años y con antecedentes. En los escasos 400 metros que separan el parque de la vivienda, fue asaltado. Lo golpearon con una barra extensible y lo apuñalaron en el pecho. Su madre le encontró en la calle Federico Moreno Torroba, en la urbanización La Mampela de Palomares del Río.
La mujer oyó ladrar a los perros y los mandó a callar. Se asomó y le pareció ver a algunas personas y unas luces similares a las que emiten los teléfonos móviles, según El Diario de Sevilla. No le dio mayor importancia, pero los perros siguieron ladrando. Salió de su casa y descubrió a su hijo. No reparó en la puñalada, pero si lo vio lleno de golpes en la cabeza y el cuello, así como la defensa extensible abandonada por los agresores. Unos jóvenes que pasaron trataron de reanimarlo antes de que llegaran los servicios sanitarios, pero fue imposible.
Al punto, fueron movilizados agentes de la Guardia Civil y efectivos de la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias (061), que comprobaron que el joven había sido víctima de una agresión violenta y que certificaron su muerte tras no prosperar las maniobras de reanimación.
El viernes 4 de noviembre, se celebró su funeral. Para despedirle fueron necesarios dos coches fúnebres. En uno de los coches fúnebres iban los restos mortales de Jesús, en el otro iba la gran ofrenda floral de vecinos, amigos, familiares e instituciones. Durante, la misa la capilla del tanatorio se quedaba pequeña y decenas de personas aguardaban fuera. Entre ellos muchos estudiantes y amigos del joven de 18 años que acababa de comenzar la carrera de Turismo.
Su familia ha iniciado una recogida de firmas para cambiar la Ley del menor con el objetivo de que las penas para este tipo de crímenes se equiparen a las de los adultos.