¿Qué reacciones está dando este año la vacuna de la gripe?
Puede provocar dolor en el lugar de la inyección, fiebre, malestar o náuseas
Pero es "la mejor herramienta" para prevenir un "importante problema de salud pública", insisten los expertos
Las coberturas de vacunación en la población diana están lejos de los objetivos fijados por las autoridades sanitarias
“El año que viene no me pillan”, dice bromeando Fernando. Con 54 años, no pertenece a ningún grupo de riesgo contemplado por Sanidad, pero decidió vacunarse contra la gripe en su centro de trabajo porque “es lo que recomiendan los médicos”. Fernando se vacunó el martes. 48 horas después, el viernes, tenía un "gripazo en toda regla”. Los síntomas comenzaron con molestias en el brazo y continuaron con dolor de garganta, estornudos, secreción nasal, dolor muscular y 38 de fiebre. Cuando volvió al servicio médico, la enfermera no dudó en achacar la sintomatología a la vacuna. “Hemos tenido más casos”, le contó la sanitaria. Le dio paracetamol y le recomendó que se fuera a casa si se seguía encontrando mal.
“Todavía es pronto para decirlo porque solo llevamos una semana vacunando contra la gripe, pero quizás sí que estamos viendo un poco más de reacción, de dolor local en el brazo, aunque todo dentro de lo normal”, asegura Patricia Ruiz, enfermera del trabajo. Además, explica a NIUS, es posible que a Fernando le coincidiera la reacción de la vacuna con un constipado “porque ahora hay mucho proceso catarral”. En todo caso, hay que dejar muy claro, subraya, que uno no se infecta de la gripe por la vacuna, ya que esta solo contiene parte del virus o un patógeno tan debilitado que es incapaz de infectar. Algo que también confirma Amós García, de la Asociación Española de Vacunología, que asegura que "la vacuna de la gripe es imposible que reproduzca la enfermedad porque es una vacuna inactivada". Así que "si tienes la oportunidad de acceder a la vacuna, aunque no seas grupo de riesgo, siempre es mejor prevenir que curar”, constata Ruiz.
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Según Jaime Jesús Pérez, nuevo presidente de la Asociación Española de Vacunología, “no se han descrito hasta ahora efectos adversos no esperados”. Lo que sí está contemplado es que la vacuna de la gripe pueda provocar una reacción local en la zona de la inyección con dolor, enrojecimiento o inflamación y otros efectos más infrecuentes como:
- Fiebre.
- Malestar.
- Dolores corporales/musculares.
- Dolor de cabeza.
- Náuseas.
"La mejor herramienta"
Reacciones que, en todo caso, indica Sanidad, son “considerablemente menos graves que los síntomas que causa la enfermedad real y, sobre todo, que sus posibles complicaciones en las personas más vulnerables". Porque efectos como la disminución de las plaquetas o ciertas complicaciones neurológicas "son excepcionales", sostiene el Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría. La vacuna de la gripe es "la mejor herramienta" para prevenir un "importante problema de salud pública" con alta morbilidad y mortalidad, pero las coberturas de vacunación en la población diana aún quedan lejos de los objetivos fijados, aseguran los expertos responsables del estudio “La confianza en la vacunación frente a la gripe en España: discursos y actitudes reticentes en la población general”.
Cada año, la OMS publica la composición de la vacuna para su utilización en el hemisferio norte, de forma las vacunas disponibles frente a la gripe incluyen tres o cuatro cepas víricas seleccionadas anualmente en función de su probabilidad de circulación. La efectividad de estas vacunas es variable, influyendo en ella diversos factores, como la coincidencia entre la cepa circulante y la incluida en la vacuna, la deriva antigénica durante la temporada de gripe y la edad y estado de salud de las personas vacunadas. Aun así, la evidencia muestra que la vacunación tiene un gran impacto en la prevención de enfermedad grave y muerte, así como para prevenir la gripe estacional y sus complicaciones, dice el informe elaborado por la Dirección General de Salud Pública y el Grupo de Trabajo de Gripe del Ministerio de Sanidad. Entonces, ¿por qué esa reticencia a la vacunación frente a la gripe? El estudio apunta, principalmente, a diez causas posibles:
- La convicción de que la gripe se trataba de una infección común y de baja peligrosidad.
- La temporalidad de la eficacia de la vacuna.
- Las malas experiencias de vacunación, tanto entre la población general como entre los profesionales de la sanidad, relacionadas con reacciones adversas, débil o ineficaz protección y/o dudas sobre la calidad de las vacunas.
- La imagen adversa de los laboratorios farmacéuticos.
- La variedad de criterios de las comunidades autónomas en relación a la identificación de los grupos de riesgo.
- El indeterminado concepto de grupo de riesgo o grupo diana. (¿Por qué los enfermeros sí, pero los profesores no?).
- Las "fracturas" en el discurso prescriptivo de los médicos.
- La logística de distribución de la vacuna contra la gripe: los déficits complicaban la planificación de la vacunación y promovían abandonos y desmotivación.
- La vacuna de la gripe frente a las campañas de medicamentos antigripales que banalizan la enfermedad.
- La baja conciencia sobre que no sólo se es receptor de gripe, sino también trasmisor y que la vacuna, junto con protección personal, protege al resto de personas con las que se relacionan.
Siete de cada diez personas del grupo diana se vacunaron contra la gripe la pasada temporada
Según el portal especializado Statista, la cobertura de vacunación antigripal en la población adulta de 65 años o más experimentó un acusado descenso desde 2006 hasta 2020, hasta situarse en torno al 54,5% durante la temporada de 2019-2020. Sin embargo, en las tres campañas de vacunación siguientes se invirtió dicha tendencia, alcanzando el punto más alto en 2021-2022 con el 69,4% de la población perteneciente a dicho grupo edad vacunada contra la gripe. Un porcentaje que, en todo caso, queda lejos del 93% de españoles mayores de 12 años que cuentan con al menos una dosis de la vacuna contra la covid-19.
Por todo ello, es importante, consideran los expertos, elaborar buenas estrategias de comunicación y trabajar con los profesionales sanitarios para aumentar el número de personas vacunadas contra la gripe. Sobre todo en un momento con una incidencia al alza del virus. Según el informe semanal del Sistema de Vigilancia de Infección Respiratoria Aguda (SiVIRA), la tasa de gripe en Atención Primaria ha aumentado ligeramente respecto a la semana previa, sobre todo en el grupo de 15 a 44 años de edad. En la última semana registrada de la que se tienen datos, en la semana 39, hubo 2.722 casos declarados, cinco veces más que la misma semana de 2021, cuando se declararon 529 positivos. Además, recuerda Sanidad, este año se han eliminado prácticamente todas las medidas higiénicas frente a la covid-19, por lo que "es probable que coincidan la pandemia por coronavirus y la epidemia de gripe y que aumenten las complicaciones en los grupos de riesgo para los que ambas enfermedades pueden ser especialmente dañinas". El riesgo de muerte es más del doble si una persona enferma por gripe y covid, lo que puede desencadenar una importante sobrecarga asistencial.