En el hospital San Joan de Déu, en Barcelona, donde ya está ingresado el pequeño Oliver esperan los resultados de las pruebas para poder operarle del tumor en la cabeza que amenaza su vida. Cada hora que pasa cuenta para este niño de dos años, que ha llegado desde México, gracias a la solidaridad de una persona anónima.
Los médicos del hospital barcelonés están estudiando todas las pruebas que le hicieron a Óliver en México y haciéndoles otras más para determinar la urgencia de la operación. No obstante, su padre, Alejandro, ayer declaraba a los medios que los médicos le habían dicho que creían que podrían extirparle el 80% del tumor.
Llegar hasta España, desde México, no ha sido nada fácil. De hecho solo ha sido posible gracias a la generosidad de un empresario que ha pagado el avión medicalizado. Casi 200.000 euros. Aún así, despegar desde Cancún ha sido una odisea para el niño y sus padres por la burocracia.
Hace unas semanas a Óliver le detectaron un cáncer en el tallo cerebral. En México, los doctores no le daban esperanza. Ni podían intervenirlo a corto plazo, cuando para él cada hora cuenta, ni les daban garantías de éxito.
En España, en el Hospital Sant Joan de Deu, aseguran que pueden operarlo y extirparle gran parte del tumor. Nunca todo porque está pegado al tallo cerebral pero si pueden alargarle la vida.