El secuestro de un bebé en un Hospital de Basurto, en el País Vasco, lleva a preguntarse por la seguridad en los centros sanitarios. ¿Cualquiera puede entrar y salir a sus anchas? Lo cierto es que en España no hay una normativa general al respecto. Cada hospital determina qué seguridad implantar.
Los hospitales públicos son lugares de puertas abiertas, es decir, de libre acceso. En principio no tienen que tener más seguridad que la de un centro comercial o una biblioteca pública.
Es decir, todos los hospitales tienen personal de seguridad, que son trabajadores externos contratados para servicios de vigilancia en función de lo establecido en la Ley 9/2017 de Contratos del sector Público. Solo algunos hospitales públicos tienen cámaras de seguridad instaladas, normalmente en zonas de urgencias y accesos.
El Hospital de Basurto donde han secuestrado a un bebé –que ha sido encontrado sano y salvo- tiene un protocolo de 2014 para evitar que situaciones como esta se den. Todo hace pensar que esta vez algo ha fallado. La Consejera vasca de Interior , Gotzone Sagardui, ha explicado que se va a reunir “de inmediato el equipo de seguridad del panciente” para ver qué ha fallado y proponer mejoras.
Este protocolo establece que ningún bebé debe salir de la habitación sin uno de sus padres o una persona autorizada que debe acompañarle en todo momento. Las pruebas necesarias, siempre que sea posible, deben hacerse dentro de la habitación. Además, según explica Pilar Mendia, del sindicato Satse, los trabajadores están obligados a identificarse en el cambio de turno y si los padres tienen alguna duda pueden llamar por el timbre a control.
Además, previo a este protocolo, los niños que nacen en hospitales vascos llevan un código numérico que se inserta en la pinza del cordón umbilical -que el niño secuestrado aún tenía puesta cuando lo han encontrado- y dos pulseras, en la muñeca y el tobillo, cuya copia se entrega a las madres. Además, al historial del pequeño se pegan ambas pegatinas con esta información.
Todas estas normas y protocolos deben cumplirse en todos los centros hospitalarios y sanitarios del Servicio Vasco de Salud.
En el Hospital 9 de Octubre Vitas de Valencia, Javier Miranda, jefe de Pediatría, nos ha explicado que desde el momento en el que nace el bebé se le identifica con una pulsera que lleva también la mamá con un mismo código. En la pinza del cordón umbilical el niño también lleva ese código, como hacen en el Hospital de Basurto.
En este centro de Valencia, las entradas y salidas del hospital no requieren de un control específico aunque el doctor insiste en que todo en momento bebés y papás están identificados. Además, a los papás se les dan unas charlas previas en las que les explican que pueden acompañar al bebé siempre y les informan del personal sanitario que va a asistir al pequeño. Dicho personal siempre se tiene que identificar. El doctor Miranda señala que nunca han tenido un episodio desagradable como el de Bilbao.
A pesar de que en los hospitales públicos españoles son lugares de libre acceso sin excesiva seguridad, en el mercado hay sistemas que permiten controlar quien entra y sale de ellos.
Por ejemplo, hay sistemas diseñados para que un empleado de maternidad de un hospital solo tenga acceso a esa área y no a psiquiatría y al revés, nos explica Rogelio Rodríguez, director general de electrónica de Control de Acceso de Tesa Assa Abloy, empresa especialista en seguridad en edificios sanitarios.
Más de 100 hospitales en toda España tienen este sistema SMARTAir, que también permite cancelar los permisos de acceso de un trabajador cuando pierde o le roban su tarjeta o aplicar el sistema ‘Lockdown’ para situaciones de pánico. “En estos casos”, señala Rodríguez, “basta con apretar un botón para abrir o cerras las puertas de un hospital, todas o las de un área previamente determinada, como podría ser maternidad”.
Más de 100 hospitales en toda España tienen este sistema de seguridad en los accesos, muchos en la Comunidad de Madrid, pero también en otras comunidades autónomas como Islas Baleares o Andalucía.