El caso del profesor del colegio privado Virgen de Europa en Boadilla del Monte (Comunidad de Madrid), que presuntamente grabó a varias alumnas del centro educativo cuando se cambiaban de ropa, sigue presentando novedades. Las últimas informaciones apuntan a que el docente llegó a acusar a un niño de haberle robado tras perder él mismo una de las dos cámaras que tenía en la calle, a unos 300 metros de su casa. Entró en cólera y muchos estudiantes llegaron a decir a sus madres que parecía estar "loco".
El profesor de Artes tenía dos cámaras antes de que se destapara el caso: con una de ellas, las niñas grababan películas, mientras que la otra, presuntamente, la escondía en su despacho para captar imágenes de ellas en ropa interior o desnudas. Aprovechó una década que las alumnas de 6º de primaria se cambiaban para ir a Educación Física en ese lugar. Fue esta última cámara la que perdió en la calle. Una mujer se la encontró cuando paseaba al perro y la entregó a la Guardia Civil de San Lorenzo de El Escorial, que revisó el disco duro del dispositivo e inició la investigación en junio.
El docente se dio cuenta de la pérdida un día después, cuando estaba en el colegio. El nerviosismo le invadió y llegó a amenazar a un grupo de niños al creer que le habían robado la cámara. También, como mencionábamos, llegó a acusar a un niño en particular. Muchos estaban asustados. De hecho, dejó a toda su clase con la vigilancia de otra profesora y cerró la puerta para que no pudieran salir hasta que volviera.
Corrió hasta su casa para buscarla desesperadamente y regresó con el mismo enfado. Siguió pidiendo a los alumnos que le devolvieran la cámara. Son numerosos los testimonios de estas circunstancias, a pesar de que algunos antiguos alumnos han tratado de calmar la situación. El centro educativo insistió a los niños en que devolvieran el dispositivo al docente, algo que extrañó a otros profesores por el excesivo interés.
La Guardia Civil se incautó en el domicilio del investigado un total de 27 discos duros y cintas. 12 de estos discos estaban taladrados. También había tres ordenadores destrozados. Mucho de este material estaba oculto en las paredes. Además de las grabaciones en las investigaciones del Instituto Armado, también hay declaraciones de varias alumnas del colegio. El centro educativo ha lanzado otro comunicado este miércoles respondiendo a las familias que les acusan de su pasividad: defienden que este docente fue separado del claustro y de todas sus funciones nada más conocerse la investigación. Los padres afectados han pedido la dimisión del director, hermano del detenido, pero no fue aceptada por la Junta de la Sociedad.
La jueza de Instrucción número 5 de Móstoles investiga a este docente, ya apartado de la docencia, por la presunta comisión de un delito de tenencia y producción de pornografía infantil. Se encuentra en libertad con medidas cautelares tras comparecer ante la jueza el pasado mes de junio. En su declaración, se acogió a su derecho a no declarar. Asimismo, el director del centro escolar, hermano del investigado, ha sido citado para enero, para escuchar su testimonio y conocer cómo actuó el colegio tras conocer los hechos. El centro educativo no descarta personarse como acusación particular pero está a la espera de lo que recomienden sus asesores jurídicos.