Los investigadores que llevan el caso del rapto de un bebé de 13 meses en el Monasterio de Piedra de Zaragoza (Aragón), han desentrañado una elaborada trama familiar detrás de este secuestro parental. La Guardia Civil ya ha detenido a cuatro personas: el padre del niño, el abuelo, la abuela y a un amigo de confianza de la familia. Tenían todo planificado al detalle y aún buscan a un quinto implicado.
El momento del secuestro del pequeño es solo una pieza más en un plan perfectamente orquestado "por parte de todo el entorno familiar del padre del menor", explica el capitán Rojas, jefe de la unidad orgánica de la Policía Judicial de la Guardia Civil en Zaragoza. Tras averiguar "a través desde las redes sociales" que la madre y el niño estaban en el Monasterio de Piedra el pasado 13 de octubre, el padre y el abuelo sustrajeron al bebé y huyeron.
Se refugiaron en un piso de Parla (Comunidad de Madrid). Allí, les acogió un amigo del padre que les ocultó y les brindó más ayuda: "Tanto prestándole su vehículo, como dándole un nuevo teléfono", señala José Antonio Mingorance, coronel jefe de la comandancia de la Guardia Civil en Zaragoza. La abuela paterna, que fue localizada por el programa 'Ya es mediodía', se encargaría de brindar apoyo económico mientras se ocultaban.
Las fotos del Instituto Armado del pasado viernes muestran el momento de la detención del padre y del amigo. Además, les asesoraba un abogado de la familia, el plan era "grabar un vídeo durante la sustracción" y editar las imágenes del secuestro para manipularlas después en contra de la madre. "Para hacer parecer que ella había quedado con el padre para entregarle al bebé y que después se había arrepentido de ello", agrega el capitán Rojas. Algo que también les salió mal, porque las únicas imágenes del rapto fueron grabadas por el entorno de la madre.