Cientos de personas han querido hoy dar su último adiós al médico Jesús Candel, conocido como Spiriman, fallecido de cáncer el pasado jueves a los 46 años. Entre aplausos, su féretro ha sido conducido al cementerio de San José. Una muestra de agradecimiento de todos los que, junto a Spiriman, defendían una sanidad pública y de calidad en Andalucía.
Familiares, amigos y personas que no conocían al sanitario se han sumado este sábado a la despedida de Jesús Candel al que han rendido un último homenaje como reconocimiento a su lucha en defensa de la sanidad pública.
El cementerio de San José de Granada ha concentrado este sábado a familiares, amigos, compañeros y conocidos de Spiriman, un acto para recordar al médico fallecido a los 46 años a consecuencia de un cáncer de pulmón.
Esta despedida se ha sumado a la concentración convocada este viernes por redes sociales y que movilizó a unas 3.000 personas en le céntrica Fuente de las Batallas para aplaudir su lucha por una sanidad pública de calidad.
El funeral ha comenzado a las once de la mañana en las instalaciones de Emucesa, hasta las que se han trasladado agentes de Policía Local y Policía Nacional para evitar que las aglomeraciones ocasionaran incidentes.
Hasta el camposanto han llegado además flores y mensajes de amigos, pacientes, compañeros de trabajo y de las fundaciones con las que ha trabajado durante sus años de movilizaciones.
Candel, que deja mujer y cuatro hijos, alcanzó la popularidad y superó los 2 millones de seguidores en Facebook como líder de las movilizaciones que desde 2016 se repitieron en Andalucía en defensa de una sanidad pública y de calidad.
Fundó y presidió la asociación Justicia por la Sanidad y, desde que le diagnosticaron un cáncer en 2020, ha sumado a su lucha la creación de la fundación UAPO, la Unidad de Apoyo a Pacientes Oncológicos (UAPO), dedicada a ayudar a pacientes oncológicos.
Además de las repetidas muestras de cariño, especialmente en las redes sociales que le ayudaron en sus movilizaciones, el Ayuntamiento de Albolote, el municipio donde residía, decretó un día oficial de luto por su muerte.