Los mensajes de Spiriman a su mujer y sus cuatro hijos, su apoyo incondicional en la enfermedad
Jesús Candel, médico conocido como Spiriman, ha muerto a los 46 años tras padecer durante dos años cáncer de pulmón
Su mujer, sus cuatro hijos y sus dos perros han sido su apoyo incondicional durante esta dura etapa
Spiriman confirma que ha vuelto a aparecer el cáncer que padecía
Los usuarios de las redes sociales han amanecido con la triste noticia del fallecimiento de Jesús Candel. El médico granadino conocido como Spiriman en la Red ha fallecido a sus 46 años tras padecer un grave cáncer de pulmón. Fue en agosto de 2020 cuando el sanitario comunicó a través de sus perfiles sociales que le habían diagnosticado esta enfermedad.
Desde entonces, Spiriman se volcaba en su tratamiento y en sus sesiones de quimio. Como era tan habitual en él, Jesús Candel trasmitía cómo evolucionaba y cómo toleraba estos tratamientos a los que el sometían los médicos.
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Sus cuatro hijos y su mujer, sus pilares fundamentales
No solo los tratamientos que él necesitaba, a través de sus redes sociales tan bien intentaba concienciar de la importancia de la salud pública, la inversión y la prevención en este tipo de enfermedades. El aspecto de su vida que sí mantenía más alejado del aspecto público era su vida familiar.
Sin embargo, de vez en cuando Spiriman dedicaba tiempo en escribir mensajes a sus hijos y a su mujer. Sus pilares fundamentales en su día a día y en este proceso tan duro al que se tuvo que enfrentar durante estos dos largos años.
Jesús Candel tenía una mujer que trabajaba, también, como médico. Lo poco que se sabía de ella era que tenía dos ojos grandes de color verde y que nunca se separaba de él. Junto a ella, Spiriman tuvo cuatro hijos.
Spiriman y la debilidad por sus cuatro hijos
Su auténtica debilidad eran Jesús, Álvaro, Eugenia y Antoñillo. Eran su motor continuo y lo que le motivaba cada día. Jesús ha compartido a través de las redes sociales los momentos que compartía junto a su mujer y sus cuatro hijos durante estos meses de enfermedad. Sesiones de cine, juegos en casa, rutas por Asturias y vacaciones de verano en las playas de Bolonia de Cádiz. Ellos seis formaban un equipo del que Spiriman se sentía más que orgulloso.
"Ayer mi mujer nos tomó esta foto a mis 4 hijos y a mi camino a las dunas de la playa de Bolonia, mientras ella se quedaba tumbada en la arena leyendo un buen libro, que le apasionan esos raticos de soledad. Y ya de paso la dejábamos descansar un ratico. Este año no he podido subir hasta arriba del todo y disfrutar de las vistas. La quimio de los cojones me lo impidió. El dolor muscular posterior fue apoteósico y no he pasado buena noche a pesar de los antinflamatorios. Pero si tengo los músculos como piedras aunque esté sufriendo la matraca química y destructora de los taxoles por todo mi cuerpo, que pretenden dejarlos como piltrafillas", escribía junto a una fotografía en la que se le podía andar por la orilla de la playa gaditana junto a sus hijos.
Tras estas palabras, Jesús Candel compartía su particular reflexión para todos sus usuarios que seguían su evolución: "Me quedo con que lo intenté, que estuve arropado por mis hijos, que ellos subieron y que yo los pude ver. Le pido a ese Dios que está dentro de cada uno, que me dé fuerzas para venir el año que viene para seguir viéndolos desde en medio, desde abajo o acompañando a mi mujer mientras lee un libro. Tengo tantas ganas de vivir y verlos crecer, que escribo este texto entre lágrimas y una profunda emoción que me hacen sentir que este puto cáncer no va a poder conmigo".
Como esta publicación, Spiriman compartía más fotografías junto a sus hijos. "Soy padre de cuatro hijos. En esta foto estoy con mi hija. Ser padre para mi es TODO. No soy el coleguilla de mis hijos, soy su padre, que es mucho más que eso. Quiero ser su referente cada día y quiero educarles e instruirles en el respeto a los que sean distintos a ellos, en la fuerza de voluntad como su mayor aliado para conseguir lo que desean y en que la constancia les ayude a conseguir sus propósitos", compartía en sus perfiles.
Él mismo revelaba que las cosas cotidianas eran las que le aportaban la felicidad en esta dura fase. Una de ellas, era compartir tiempo con sus cuatro hijos: "No puedo ser más feliz aunque tenga este cáncer de los cojones, que aunque se empeñe en quitarme la vida, tengo a mis hijos que sólo me la dan a pesar de los berrinches que a veces pillo con ellos. Ellos son mi fuerza, mi constancia, mi inspiración y mi amor".
El cine, sus perros y sus amigos
El equipo formado por su mujer, sus cuatro hijos y por él mismo también se veía reforzado. Jesús Candel también aprovechaba de vez en cuando para mostrar lo bien que se lo pasaba con su entorno familiar y de amistades. Junto a ellos disfrutaba de las vacaciones de verano y hasta de sesiones de baile a las que acudía antes de recibir su tratamiento de quimioterapia.
Uno de sus mayores hobbies era el mundo de los superhéroes. Su preferido era Spiderman. Por eso, el médico escogió su apodo "Spiriman", una forma de hacer un guiño al superhéroe de la tela de araña.
Además de su afición por los superhéroes, Spiriman confesaba y mostraba su gusto por el cine. Por eso, el médico aprovechaba cada ocasión que podía junto a sus cuatro hijos para acudir a las salas y disfrutar de las últimas películas del séptimo arte.
Entre sus tratamientos y el tiempo que dedicaba a su familia, Jesús Candel también encontraba hueco para cuidar de sus perros de los que destacaba su auténtica lealtad. Él mismo mostraba con bastante asiduidad la complicidad que tenía con sus dos mascotas en sus redes sociales.
Ahora y después de su fallecimiento, su entorno más cercano ha querido compartir una última publicación en la que comunican a todos sus seguidores la muerte del polémico médico y en la que le agradecen todo lo que les ha enseñado en vida.