Temor en colegios e institutos ante la llegada del frío: "Ahora mismo es inviable pagar la factura de la calefacción"

  • Mientras que los institutos de secundaria públicos son ellos los que pagan las facturas con las partidas que reciben de la administración autonómica, en los colegios de infantil y primaria públicos se encargan directamente de este gasto los ayuntamientos

  • Llenar un tanque de gasoil para calefacción en un centro madrileño con 800 alumnos costaba 10.000 euros hasta el curso pasado, pero, a partir de ahora, podría llegar a ser un 50% más caro

  • El plan de ahorro y eficiencia energética aprobado por el Gobierno no incluye a centros educativos, que pueden bajar el aire acondicionado de los 27 grados y superar los 19 de calefacción

A los directores de los institutos de secundaria las cuentas no les salen. Convencidos de que, con la llegada del frío, la factura que pagan gracias a la partida presupuestaria para calefacción que reciben por parte de la administración autonómica se les va a disparar, todavía no saben cómo lo van a hacer. Por ahora cuenta con el mismo presupuesto que se aprobó en enero antes de que estallase la crisis energética. Y con eso no les llega. “Ahora mismo asumir el aumento del precio tanto de luz como de gasoil es inviable”, reconoce Esteban Álvarez, presidente de los directores de secundaria de Madrid al frente de la asociación Adimad.

Falta poco menos de un mes para que los institutos madrileños llenen sus tanques de gasoil para la calefacción. Llenar uno de estos tanques en un centro con 800 alumnos costaba 10.000 euros hasta el curso pasado, pero, a partir de ahora, podría llegar a ser un 50% más caro. Y hay que llenarlo dos veces al año.

“Hasta ahora nunca había ocurrido una situación tan preocupante como ésta porque nunca habían subido los precios de la electricidad y el combustible de una manera tan súbita”, reconoce Álvarez. “Estos días hace buen tiempo, pero en noviembre las temperaturas empezarán a bajar y entonces tendremos que pedir dinero”, añade.

Toni González Picornell, presidente de la federación de asociaciones de directores de institutos públicos de toda España, admite que están "preocupados" por la posibilidad de que los centros se vean en una situación "presupuestaria compleja". “Tenemos que tener mucho cuidado en revisar el estado de cada centro para evitar que no tengan presupuesto para pagar esos gastos”, asegura.

En la mayor parte de las comunidades autónomas los centros de secundaria cuentan con un presupuesto anual para calefacción que reciben o bien en dos partes o bien trimestral o mensualmente. Cada administración estipula el presupuesto que entrega a cada instituto en función de varios factores: de la zona donde esté ubicado el centro (si es más fría o no), número de alumnos matriculados, turnos, o metros cuadrados que tenga el edificio.

“Hay centros que sí van a poder soportar esos gastos, porque algún mes no han gastado toda la partida, pero en otros va a ser imposible”, subraya González Picornell, que reconoce que ya han transmitido esta preocupación a las administraciones.

El plan de ahorro y eficiencia energética aprobado por el Gobierno para reducir el consumo de energía no incluye a centros educativos, que pueden bajar el aire acondicionado de los 27 grados en verano y superar los 19 de calefacción en invierno.  

Centros que piden un adelanto

Por el momento, el 5% de los centros de la Comunidad Valenciana han pedido a la Conselleria que les adelante dinero para poder pagar las facturas de luz y calefacción. Además, en algunas comunidades, la Administración ha indicado a los centros que pidan una partida excepcional. “El problema es que esta partida hay que reclamarla y luego, que te la aprueben. Además, se tarda un tiempo en que el dinero llegue a los centros”, asegura González Picornell.

También Álvarez admite que han hablado con la Consejería de Educación de Madrid y les han reconocido que es un tema que tendrán que estudiar en función de cómo suban los precios.  “Si hay un aumento de los costes, ese aumento lo tiene que asumirlo la Administración. La solución pasa por asignar un presupuesto excepcional, porque este año es excepcional, para cubrir el aumento de coste de luz como de gasoil”, apunta.

Los ayuntamientos pagan la factura de los colegios de infantil y primaria

En los colegios públicos de infantil y primaria el problema es de otra índole. Estos centros no pagan directamente las facturas de ningún suministro. De hecho, ni siquiera ven las facturas. De eso se encargan los ayuntamientos, que incluyen las cuentas energéticas de estos centros en el capítulo de edificios municipales. “Nuestro temor está en función de los recortes que puedan aplicar los ayuntamientos. La pelota la tienen ellos”, asegura Vicent Mañes, presidente de la mayor federación española de asociaciones de directores de centros públicos de infantil y primaria, Fedeip.

En la escuela infantil de Maceda, municipio de la montaña de Ourense de unos 3.200 habitantes, ya han tenido que encender la calefacción, que es de gasoil, en los días más fríos de este otoño. En invierno llegan a temperaturas de -8 o -9 grados y hay que tenerla todo el rato encendida. Aquí también el coste de calefacción lo asume el Ayuntamiento.

El centro cuenta actualmente con 28 niños de 0 a 3 años. Cuatro de ellos son bebés. El año pasado gastaron 5.000 litros. Lo pagaron a 0,70 pero este año el precio ha subido, "si es que no sube más", a 1,40 euros, según el alcalde de Macedas, Rubén Quintas.

Pasarán de pagar unos 3.500 euros de gasoil a 6.000 o 7.000, lo que para un concello tan pequeño como Macedas es mucho dinero. “Lo tendremos que quitar de otras partidas presupuestarias", reconoce el alcalde. "Para un ayuntamiento como el nuestro, este incremento supone un contratiempo importante. Nosotros nos manejamos con partidas presupuestarias y esto hace que tengamos que quitar dinero de otras cosas (de deportes o de cultura) para poder afrontar el gasto. Lo que no voy a hacer de ninguna manera es reducir el consumo de calefacción. Me da igual la temperatura que marque el Gobierno, son bebés y niños muy pequeños y la calefacción se pondrá a la temperatura que marquen los profesores”, asegura.