La Policía Nacional y la Guardia Civil han alertado a la población sobre las personas que se hacen pasar por agentes para robar teléfonos móviles a menores. Los delincuentes, los "falsos policías", tienen una edad media de unos 20 años, aunque pueden tener muchos más, y actúan en diversos puntos de España, especialmente en la Comunidad de Madrid. Su objetivo es hacerse con terminales de última generación y gran valor económico: los apagan y los venden en el mercado de segunda mano o por piezas.
Las autoridades están investigando varios casos de robo en la capital, concretamente a menores con edades comprendidas entre los 13 y los 17 años. La Benemérita detuvo el mes pasado en Rivas-Vaciamadrid a un hombre de 42 años acusado de cometer hasta nueve hechos delictivos entre julio y septiembre. Este individuo se hacía pasar por agente y pedía a los menores el teléfono porque necesitaba revisar información. Cuando le oponían resistencia, este intimidaba a las víctimas bajo amenazas y coacciones.
Los delincuentes también se pueden hacer pasar por Policía secreta, como ocurrió en un caso en Móstoles. Hace dos semanas, una pareja robó el teléfono móvil a tres menores a la salida del colegio. Los "falsos policías" también argumentaron que necesitaban revisar los dispositivos para obtener información importante. Llegaron a ofrecer sus terminales para llevar a cabo su cometido.
El modus operandi de estas personas es el siguiente: observan a su víctima para analizar la situación, esperan a que estén solos y cometen el robo. Además, no solo le piden el terminal a la víctima, también le quitan el dinero e incluso el bono transporte para que tarden más en poder ir a denunciar y ganar tiempo. Las pandillas y grupos de jóvenes que realizan estos actos también emplean otras técnicas de suplantación.
La población puede comprobar si un agente es un policía de verdad o no. Los agentes deben llevar en todo momento su uniforme reglamentario y, cuando tienen que ir de paisano, deben mostrar su placa (que es dorada y con letras en azul). También se puede solicitar el carnet profesional, donde viene el número identificativo del agente. En todo caso, podemos contactar con el 091 para verificar la autenticidad de los policías o pedir que se desplace hasta el lugar otro indicativo.
Las autoridades hacen hincapié en la seguridad de las personas que tienen un móvil de alta gama. Cuanto mejor sea, más probabilidades hay de que te lo quieran robar. Algo importante, y que puede ayudar, es tener apuntado en casa el número de IMEI -la matrícula para identificar el terminal-. Se recomienda llevar el teléfono bien guardado, evitar que esté a la vista o colgado del cuello.
El castigo para los delincuentes depende de cómo sea el suceso: los robos conllevan violencia o intimidación, ya sea con un arma o con una agresión física. No obstante, también se producen hurtos, que es cuando se sustrae un objeto sin que la víctima se de cuenta. En caso de que el terminal no supere los 400 euros, no habrá pena de cárcel. Pero si lo supera si puede acarrear una condena de prisión.