El algodón es un cultivo que lleva milenios acompañándonos. Por eso no es raro que nos haya dado tiempo de encontrar todo tipo de usos para esta materia prima, mucho más allá de los tejidos que usamos a diario. La historia del uso humano del algodón es tan antigua como la del cultivo en sí mismo y ha venido utilizándose en distintas culturas: desde América hasta Asia, pasando por África, Europa y Oriente Medio. Gracias al algodón, distintos países han 'levantado' sus economías hasta convertirse en potencias mundiales, y su uso ha sido constante desde que se conoce su existencia, generando no pocos conflictos internacionales y alguna que otra guerra a su paso. ¿Cuáles son los usos más desconocidos del algodón?
El algodón sigue siendo, a día de hoy, un producto de cultivo estable y mercancía de importancia internacional. Su fibra cumple todo tipo de funciones, si bien la más conocida es su uso como tejido tanto, para confeccionar ropa como elementos del hogar (sábanas, toallas, cortinas, mantas...). No es casualidad que los tejidos de algodón sean tan utilizados: se trata de telas transpirables, confortables, fáciles de lavar y perfectas para lugares con altas temperaturas y humedad.
Esto es así gracias a las propiedades del algodón: sus fibras son blandas y se trata de un material muy resistente que puede blanquearse y teñirse con facilidad. También es aislante (protegiéndonos del frío durante el invierno) y muy suave, lo que lo convierte en perfecto para la ropa más delicada, incluyendo las prendas íntimas o la ropa de bebés. En caso de alergias cutáneas, se trata de un tejido muy respetuoso con la piel.
Pero, más allá de su uso más conocido, existen otros que tal vez desconozcas. Toma nota de estos tres usos desconocidos del algodón: