El Ayuntamiento de Comares ha sancionado con una multa de entre 300 y 3.000 euros a los propietarios de viviendas cuyo consumo registrado sea de más de 200 metros cúbicos de agua durante el último trimestre.

Una  ‘ley seca’ que prohíbe la utilización de los recursos hídricos aptos para el consumo humano en determinados usos, como el baldeo de calles, el llenado de piscinas privadas y duchas en estos recintos o similares, el riego de jardines, parques públicos y privados, el lavado de coches o para fuentes ornamentales que no dispongan de circuito cerrado de agua.

La situación de sequía que se vive en la Península está perjudicando gravemente las zonas de La Viñuela y Axarquía, pues el principal embalse que abastece a la zona se encuentra en un 10% de su capacidad. Esto ha llevado a la Comisión de la Gestión de la Sequía de la Demarcación Hidrográfica de las Cuencas Mediterráneas Andaluzas a cerrar acuerdos con los habitantes y adoptar medidas establecidas en el Plan Especial de la Sequía, algunas de las cuales según indica el alcalde de Comares, Manuel Robles, no han sido cumplidas con éxito.

En el acuerdo, firmado el pasado 26 de julio, se leía la “prohibición de la utilización de los recursos hídricos aptos para el consumo humano” como el llenado de piscinas privadas y lavados de coches entre otros, la “restricción de una dotación máxima de 200 metros cúbicos por hectárea y mes” de agua no potable y el inicio de los “planes de ahorro del agua” con el objetivo de “alcanzar al menos el 20% de reducción en el abastecimiento humano”.

El alcalde ha expresado su indignación. "Es una barbaridad el derroche de agua potable", transmite a través de un audio en COPE su desesperación y sostén en el Ayuntamiento: “lo que no puede de ninguna manera el Ayuntamiento es hacer un esfuerzo faraónico, estar trayendo cubas de agua que nos salen a 14 euros el metro cúbico cuando nosotros lo cobramos a menos de 1 euro el metro cúbico”.

Comares se abastece en un 50% del embalse de la Viñuela y otro 50% de los pozos propios. Al encontrarse con esta atemporal situación de sequía extrema, tres camiones cisterna acuden cada día al municipio para llenar los depósitos municipales con 200.000 litros de agua potable. “Hacemos dos o tres viajes porque están sin agua”, explica uno de los conductores.

Tras vivir uno de los veranos más cálidos de la historia de España, nos sorprende otoño completamente seco. La causa principal de esta sequía es la falta de lluvias, aunque el alcalde apunta que además “hay demasiada producción de aguacate y mango que están secando los pozos”. La situación ha impulsado a la comisión a establecer nuevas medidas para conseguir al menos una reducción al 5% del abastecimiento empezando por la prohibición del riego agrícola con agua embalsada y la necesidad de uso de agua reciclada.

Robles asegura que en sus 39 años como alcalde jamás había vivido una situación tan alarmante y algunos de los habitantes muestra su inquietud sobre la resolución de esto: “tememos que la situación empeore y tenga que aplicar más restricciones”.