"Mamá, ayer estaban todos mis compañeros de clase en frente del cole vapeando. Es que había gente que no me esperaba. Había niños de primero de la ESO", dice Eduardo, un niño de 13 años de segundo de la ESO de un colegio concertado de Madrid. "¿Pero, dónde los compran?", pregunta alarmada la madre. "En el chino (bazares que en muchas ciudades españolas suelen estar regentados por ciudadanos de origen chino) del cole, mamá. Entran y se lo dan. Pero dicen que no pasa nada porque es sin nicotina", cuenta Eduardo.
Y NIUS lo ha comprobado. Es un vapeador sin nicotina, con multitud de sabores: menta, cola, vainilla o fresa. Cuesta 6,90 euros y tiene 600 pufs o caladas. Por ese dinero los chavales los compran sin ninguna traba en estos bazares situados (en algunos casos) a las puertas de los colegios. "Mi prima compró uno y como tiene hasta 500 caldas lo compartimos", dice Natalia, alumna de otro colegio concertado de Madrid.
El "vaping", el vapor inhalado, es otra de las tendencias 'cool' que ha crecido exponencialmente en los últimos años entre los jóvenes. Su uso se ha normalizado y ha generado una falsa percepción de que no es dañino para la salud, a diferencia del tabaco. Pero, estos aparentes inofensivos dispositivos pueden contener toxinas (incluidas algunas cancerígenas) y partículas finas dañinas.
Pero, ¿pueden vender vapeadores a menores? Rotundamente no. Vender cigarrillos de vapeo a menores aunque sea sin nicotina está prohibido. La Ley del Tabaco 28/2005, de 26 de diciembre dice esto: "Se prohíbe vender o entregar a personas menores de dieciocho años productos del tabaco, así como cualquier otro producto que le imite e induzca a fumar".
La edad mínima para comprar un vapeador en España es de 18 años, da igual si este tiene o no nicotina. Los establecimientos minoristas deben tener un distintivo que identifique la prohibición de su venta. Vender a menores cigarrillos de vapeo aunque sea sin nicotina está prohibido. Sanidad de la Comunidad de Madrid asegura a NIUS que Salud Pública realiza inspecciones programadas y por denuncias. Hasta la fecha no les consta denuncias por venta de vapeadores en menores en estos bazares.
El problema, asegura Andrés Zamorano, presidente del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT) y coordinador del grupo de tabaquismo de Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), es que los cigarrillos electrónicos están regulados por la normativa europea de 2014 y se pueden vender libremente en cualquier establecimiento. El tabaco de siempre, regulado por la Ley del Tabaco de 2005, solo se puede vender en estancos y máquinas expendedores. Por eso, piden que en la próxima Ley, "que lleva nueves meses en un cajón y la ministra de Sanidad sigue dando largas", se establezca que los cigarrillos electrónicos se equiparen a los cigarrillos convencionales en todos aspectos. Igual que no se puede fumar en un restaurante que no se pueda vapear".
Cada vez empiezan antes. Con 12 años, como cuenta Eduardo por lo que ve con sus amigos, empiezan a coger hábito y está demostrado que es la puerta de entrada para empezar a fumar los cigarrillos de siempre. Esto lo dice Olga Monteagudo, portavoz de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública y Gestión Sanitaria (SEMPSPGS). Y no solo eso, las sustancias que lleva el vapeo (contengan o no nicotina) no son inocuas.
Iniciarse en el vapeo a los 12 años es malo para ellos por muchos motivos. Andrés Zamorano, el presidente del CNPT, lo explica. "Primero, cuanto más temprano consumen cigarrillos electrónicos, más fácilmente se desarrollarán una adicción a consumir tabaco convencional. Además, empiezan a verlo como algo social, salen del colegio y están con los amigos vapeando. Es adicción social. "Un chico me dijo una vez, que cuando saca el vapeo en cinco minutos está rodeado de gente", cuenta Zamorano.
"Es una táctica de la industria tabacalera para crear adicción a la nicotina. Hay 15.000 saborizantes; cereza, melón, nube de algodón... Es como si hubieran ido a una tienda de chucherías para coger los sabores. Usan unas sales de nicotina para que el impacto en la garganta y los pulmones sea menor. Eso también les prepara para el siguiente paso, el cigarro normal", dice el experto.
Estudios de Estados Unidos o Inglaterra han comprobado que adolescentes que consumen cigarrillos electrónicos con 13 años, fueron fumadores de tabaco convencional más tarde. Las niñas y los niños que consumen los cigarrillos electrónicos tienen hasta el triple de probabilidad de consumir los cigarrillos comunes en el futuro. Su salud está en peligro.
Pero no nos engañemos. Aunque, en concreto, estos cigarrillos electrónicos que están comprando los menores en las puertas de los colegios, no llevan nicotina tradicional, la experta en Salud Pública, tiene sus dudas. "Aún cuando el tanque está rotulado como libre de nicotina, puede contenerla. Y si no, el aerosol que sale de él, no es vapor de agua inofensivo. La Universidad de Pensilvania encontró que vapear sin nicotina resulta dañino para la circulación sanguínea e, incluso, puede provocar un ataque al corazón o un derrame cerebral.
Zamorano insiste en que lo más importante es dejar claro que el humo blanco que se ve es nocivo. "Los aerosoles que contienen cuando se calientan producen inflamación crónica y aumentan la secreción de moco. Se han encontrado también metales pesados como el cromo o níquel, que provocan trastornos cardiovasculares, neurológicos, oncológicos", dice el presidente de CNPT que insiste en que si lleva nicotina, "todavía peor". La exposición a la nicotina durante la adolescencia puede provocar adicción y daños a largo plazo en el desarrollo del cerebro, un cerebro que sigue desarrollándose hasta los 25 años. "Los cigarrillos electrónicos incluyen sustancias perjudiciales para la salud", concluye.
Es más, los cigarrillos electrónicos pueden contener hasta el doble de nicotina que los cigarrillos convencionales. Además, los cigarrillos electrónicos presentan al menos unos 80 componentes nocivos, incluidos el acetaldehído (posible carcinógeno), formaldehído (carcinógeno conocido), acroleína (toxina). Está claro, que los adolescentes se sienten claramente atraídos por la tecnología comercial y los aromas que se ven en los dispositivos de vapeo.
En España, según los datos de la encuesta ESTUDES 2021 dice que el 44,3 % de los estudiantes de 14 a 18 años ha utilizado en alguna ocasión cigarrillos electrónicos, siendo más frecuente entre los chicos que entre las chicas, con independencia de la edad. Esta proporción supone una reducción de 4,1 puntos porcentuales respecto a 2019 (48,8%), aunque un incremento de más del doble desde 2016 (20,05% ESTUDES-2016).
El tipo de cartucho más utilizado por aquellos estudiantes que vapean (usan cigarrillos electrónicos) es el que no contiene nicotina (60,7%); mientras que los que prefieren el que lleva nicotina comportan el 14,9%, y el 24,4% restante utiliza cartuchos o líquidos de los dos tipos.
Varios estudios advierten de que el vapeo, causa irritación pulmonar similar a la observada en fumadores y personas con enfermedad pulmonar, y causa daños a células vitales del sistema inmunológico. "Los pulmones no están diseñados para lidiar con el desafío constante de la falta de aire que las personas les están provocando de manera prolongada en el tiempo, y mucho menos los jóvenes", recalca Zamorano.
El vapeo puede causar tos, dificultad para respirar, náuseas, vómitos, cansancio y fiebre. Además de comportar riesgos para quien los usa, el "vaping" también afecta a quienes tenemos a nuestro alrededor. Las sustancias químicas que contienen los cigarrillos electrónicos pueden causar problemas de distinta gravedad.
Por su parte, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) señalaba hace unos meses que tomaría medidas enérgicas, no solo contra la venta ilegal de cigarrillos electrónicos a menores de edad, sino también contra la ''mercadotecnia y el diseño amigable para niños de esos productos'', porque ''vemos señales claras de que el uso de cigarrillos electrónicos por parte de los jóvenes ha alcanzado una proporción epidémica''.