El pueblo de Cabezón de Pisuerga está de celebración. No hay ni un solo vecino de la localidad que no se haya enterado de que a su colegio, el Melquiades Hidalgo, le han dado un galardón internacional: el IV Premio Iberoamericano de Derechos Humanos, dotado con 5.000 dólares.
Por eso no es de extrañar que a Arancha Vila, la docente que ha ido a defender la candidatura a Chile, la hayan acogido a su vuelta como a una heroína. "Yo solo he ido a recogerlo, pero el premio es de todos: del colegio, de los docentes, de los niños, de sus familias... El premio es del pueblo entero", defiende la coordinadora del proyecto ganador.
Con el cheque del galardón impreso en formato gigante ha entrado a la escuela entre aplausos. "Ha sido muy emocionante. Los chavales le han hecho hasta un pasillo", relata Rosa Elena Román, la directora del centro. "Ni en sueños habíamos pensado ganar".
El primer puesto se lo han llevado gracias a un proyecto que promueve el aprendizaje de los derechos humanos por medio de cuentos infantiles. "Este premio significa mucho, visibiliza la labor que hacemos día a día en el colegio trabajando por los derechos de la infancia para que nuestros alumnos conozcan y se sensibilicen con lo que ocurre en todo el mundo", explica Arancha.
Que un colegio de la Castilla vaciada se alce con un premio tan importante como este es algo excepcional. El Melquiades Hidalgo se ha llevado el Premio de Educación en Derechos Humanos Óscar Arnulfo Romero, que entrega la Organización de Estados Iberoamericanos junto a la Fundación SM, y que reconoce la labor de centros educativos y organizaciones de la sociedad civil con programas a favor del derecho a la educación, la convivencia en la escuela, la paz, las libertades, la inclusión o los derechos humanos.
El premio se entrega cada dos años en honor a Óscar Romero, sacerdote salvadoreño, asesinado el 24 de marzo de 1980 y que es recordado como un firme defensor de los derechos humanos. "Su figura es muy querida y respetada en Iberoamérica, porque era el que daba la voz a los que no tenían voz", dice Arancha. "Se le considera un precursor de los derechos humanos, por eso haber ganado un premio con su nombre es muy importante para nosotros porque es nuestra línea de trabajo".
Esta edición han participado en el concurso 32 proyectos de 22 países de Iberoamérica. "Nosotros habíamos ganado el premio a nivel nacional. Éramos los elegidos para representar a España, lo que no esperábamos era ser votados como el mejor proyecto a nivel internacional", relata Arancha. "Presentamos allí nuestro proyecto, apoyado con un vídeo que hicimos con medios caseros en el colegio y sucedió el milagro", dice aún con incredulidad. "El jurado hizo ganador a nuestro proyecto, Déjame que te cuente. La fábrica de los derechos. Fue un momento increíble, espectacular.
El proyecto del CEIP Melquiades Hidalgo ha utilizado los cuentos y la literatura infantil para acercar a niños y niñas de infantil y primaria a temas como los derechos humanos y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 con un lenguaje comprensible y didáctico. "El colegio se ha transformado en una auténtica fábrica literaria donde los alumnos de manera activa han creado, leído y aprendido sobre estos temas", avanza Rosa, la directora del colegio.
"Ante la vulneración de derechos humanos y específicamente derechos de la infancia que se está produciendo en el mundo nuestro objetivo con este tipo de proyectos es educar en valores a los alumnos, para que nuestros niños, desde ya, sean agentes de cambio que puedan empezar a transformar la realidad y la perspectiva de las cosas", añade Arancha.
"Queremos hacer que nuestros alumnos sean personas críticas, comprometidas y solidarias. Y todo esto lo conseguimos poquito a poquito, día a día, con este tipo de proyectos", aclara la coordinadora. "En este caso hemos utilizado los libros, la literatura infantil, que es una forma muy interesante de viajar con la imaginación, de conocer historias de otros países". "Así hemos podido conocer a Malala, que es una activista pakistaní defensora de la educación de las niñas; o las historias del biblio burro en Colombia, la alternativa para llevar la lectura a los niños de la Colombia rural", detalla. Historias reales que nos llegan a través de los libros.
"Iba a decirte que es importante porque estamos formando a las personas del futuro, pero no es así. Son personas del hoy, agentes de cambio el hoy, porque estos niños van a sus casas y transmiten todo lo que viven y aprenden en el colegio, entonces es una forma también de impactar en la sociedad", argumenta Arancha.
"Utilizamos herramientas que sean cercanas e interesantes para los niños y en este caso han sido los libros, pero cada año cambiamos el hilo conductor, la herramienta para transmitir estos valores", informa Rosa. "El curso que entra trabajaremos con el cine y posiblemente para el curso que viene, te estoy hablando del año 23/24 empleemos la música como el elemento conductor del proyecto", destaca la directora del Melquiades. "Queremos tocar todas las artes".
"Además implicamos a toda la comunidad educativa y el proyecto se trabaja de manera transversal en todas las áreas. Impregnamos toda nuestra práctica educativa. Eso está establecido así también en el proyecto educativo del Centro y en nuestro ideario de centro. Está en el ADN del colegio", concluye Rosa.
"Todavía no lo hemos decidido, con la emoción no nos ha dado tiempo ni a tratar ese tema", espeta la directora. "Pero es evidente que supone una inyección y una bocanada de aire fresco para el colegio", reconoce. "No está hablado, pero me imagino que lo invertiremos en seguir implantando e implementando el proyecto. Mejoraremos la biblioteca adquiriendo libros que nos muestren historias de otros lugares del mundo o que nos hablen de los valores y derechos universales de los menores. También de los temas acuciantes de nuestra sociedad, la sostenibilidad, el medio ambiente, la igualdad de género... usaremos el dinero para adquirir nuevas herramientas que contribuyan a formar a nuestros niños y les conviertan en adultos concienciados".