La muerte de un hijo es lo peor que le puede pasar a una madre o a un padre. Es imposible encontrar consuelo. Algunos de ellos tratan de salir adelante compartiendo sus experiencias con quienes han vivido una situación similar.
El grupo Renacer, que se inició en Argentina en el año 1988, es una iniciativa de Alicia Schneider y Gustavo Berti tras la muerte de su hijo Nicolás. Ellos decidieron ayudar y servir a otros progenitores que han pasado por la misma circunstancia dolorosa en sus vidas sin esperar nada a cambio.
Se trata de un encuentro de personas cuya tarea es acompañar a madres y padres después de la muerte de sus hijos, ayudándoles a encontrar un sentido a sus vidas, no solo en su tragedia, sino en lo que queda por vivir.
Toti y Pilar perdieron a su hija Pilu hace ya seis años. "Es la esperanza de ver que otros padres que han pasado por lo mismo son capaces de vivir y de reír", afirma Pilar.
Así lo sintieron Nacho y Rosalía tras la muerte hace un año de su hija, María. "Nos hundió. La vida tal y como la tenías planteada se te viene abajo", dice Rosalía. Pero el lema les convenció. "No voy a permitir que mi hija se convierta en mi verdugo, sino en mi maestra. Entonces dijimos que esto es otra forma de vivir", explica Nacho.
Renacer no es asociación, ni ONG, ni fundación ni tiene personalidad jurídica propia porque lo único que une a sus participantes es la muerte de sus descendientes. La Universidad Nacional del Río Cuarto (UNRC) de Argentina aprobó la distinción de doctores honoris causa de Alicia y Gustavo.
El 9 de mayo de 2017 se celebró la primera reunión de Renacer en España, concretamente en Valencia, gracias a la iniciativa de una madre valenciana con la ayuda de la asociación Viktor Frankl.
Sobre la idea de un Renacer en Madrid, Rosalía apunta que "con solo un padre o una madre a la que podamos ayudar, merece la pena".