La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a 22 años de prisión a los dos procesados por asesinar a un joven estudiante de origen chino en enero de 2020 en el distrito madrileño de Moncloa-Aravaca, al que apuñalaron hasta nueve veces para robarle el teléfono móvil. Por otra parte, en Barcelona investigan el asesinato de un joven al que robaron un patinete.
La sección séptima de la Audiencia madrileña ha ordenado además a los dos condenados por asesinato con alevosía y robo con violencia a indemnizar, conjunta y solidariamente, a los herederos del fallecido con 60.000 euros.
La sentencia sigue el criterio del jurado popular que enjuició el caso, cuyos miembros consideraron probado que Adel A.R.C. y Carlos M.G., de 21 y 22 años, respectivamente, y que iban en compañía de una persona menor de edad, actuaron el 18 de enero de 2020 "de común acuerdo y con la intención de obtener un beneficio patrimonial ilícito" para atracar a Shi Xinliang, de 22 años.
Le exigieron que hiciera entrega de su teléfono móvil, un Iphone 8, cuando el joven estaba a la altura del número 22 de la avenida del Santo Ángel de la Guarda, y para lograrlo ambos procesados asestaron al joven nueve puñaladas "con la intención de acabar con su vida o a sabiendas de que podían provocar dicho desenlace, haciéndolo de forma inmediata y súbita, de manera que no pudiera defenderse".
Uno de los condenados portaba un machete mientras que el otro acusado llevaba una navaja tipo mariposa.
Los autores huyeron "precipitadamente" del lugar y no fueron detenidos hasta un par de meses después. La víctima murió al día siguiente en el Hospital La Paz como consecuencia de las heridas. La tercera persona implicada era la novia de uno de los procesados, ya fue condenada por este crimen y cumple su pena en un centro de menores.
Durante el juicio, los dos encausados, en la cárcel desde el 11 de marzo de 2020, negaron no solo su implicación en los hechos sino también que fueran testigos del crimen. Sus letrados pidieron su absolución. Sin embargo, la Sala valoró las pruebas que les incriminan, como testimonios y llamadas y mensajes de WhatsApp.
La Fiscalía solicitó en el juicio 23 años de prisión para ambos acusados y que indemnizaran a los herederos de la víctima con 120.000 euros.