Daniel tiene 14 años y algunas dudas sobre su sexualidad. Buceando en internet con la idea de contactar con otras personas en su misma situación, ha llegado, sin pretenderlo, a OnlyFans. Esta plataforma digital ofrece mayoritariamente contenido para adultos en canales privados a cambio de suscripciones. A pesar de que para registrarse se necesita ser mayor de edad, Daniel lo ha podido hacer sin problema. Se ha abierto una cuenta y ha subido un vídeo íntimo en el que aparece en la ducha. A partir de ahí, ha recibido muchos mensajes de usuarios en el que le piden más contenido sexual, aunque otros también le insultan.
Los padres de Daniel perciben que de un tiempo a esta parte su hijo tiene cambios bruscos de humor y deciden revisarle su teléfono móvil. Allí descubren su actividad online y, tras una acalorada discusión, deciden llamar al 017 del Instituto de Ciberseguridad de España (INCIBE) en busca de ayuda profesional.
Esta historia real la ha contado el propio INCIBE. Y lo cierto es que cada vez son más frecuentes este tipo de situaciones. “La primera vez que oí hablar de OnlyFans fue a mi hijo de 15 años. Me contó que un amigo suyo se había registrado en la plataforma y desde su cuenta vieron como uno de los canales privados era de una chica de su otro colegio de su misma edad”, cuenta a NIUS Elena.
Registrarse en la plataforma es tan sencillo como crear una cuenta y verificar el perfil subiendo un selfie con el que la plataforma debe comprobar la identidad del usuario. “Se trata de una medida de seguridad cuestionable, porque a través de una fotografía ligeramente modificada con Photoshop podemos hacernos pasar por cualquier persona y de cualquier edad”, aseguran desde la empresa Panda Security.
El año pasado la policía británica detectó el caso de una menor de 14 años que usó el pasaporte de su abuela para lograr registrarse en la plataforma mientras que otra chica de 17 años pudo configurar una cuenta con un carnet de conducir falso. Una investigación llevada a cabo por la BBC asegura que uno de cada tres usuarios de OnlyFans no es mayor de edad.
Tener una cuenta privada en OnlyFans significa que la gente te paga, según la cuota mensual que tú establezcas (de 5 a 50 euros), para ver el contenido que cuelgas. El 80% de lo que cuesta una suscripción a un perfil concreto va directamente al bolsillo del creador.
Una vez que han pagado, los internautas pueden chatear con el creador de contenido en cuestión, pagarle aún más por un servicio específico e, incluso, darle una propina.
Desde el INCIBE, instituto dependiente del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, advierten del peligro de que un menor publique un vídeo íntimo en una plataforma para adultos, ya que se multiplican las posibilidades de que sufra acoso y abuso sexual online, así como que una “comunidad peligrosa” se ponga en contacto con él.
El INCIBE insta a los padres a fomentar el diálogo con sus hijos sobre los riesgos que entraña internet, como el sexting (envío de mensajes sexuales por medio del móvil), el grooming (acoso y abuso sexual online) o la sextorsión (chantajear a alguien con una imagen o vídeo de sí misma desnuda), y huir de comportamientos parentales autoritarios. “Si finalmente decidimos crear un perfil en una red social o servicio, es conveniente revisar las opciones de privacidad y seguridad que nos ofrece, conociendo también cómo bloquear o reportar usuarios molestos o comportamientos inadecuados”, señala.
También recomienda establecer limitaciones mediante herramientas de control parental y evitar el acceso de los menores a tarjetas bancarias. “Deben tener clara la pauta de no ceder a chantajes o presiones, creando contenidos íntimos o realizando pagos. Es probable que el extorsionador continúe pidiendo más de manera ilimitada”, explica.