La crisis energética y el encarecimiento de la vida que ha provocado está llevando a la mayoría de los españoles a adaptar sus hábitos de trasporte, consumo o gestión del día a día en sus viviendas. La alteración de las costumbres llega a cuestiones tan arraigadas como el uso del coche privado o a otras tan asociadas al bienestar en estos últimos meses como la regulación del aire acondicionado.
El 47,4% de los españoles ha reducido el uso del coche, según el barómetro de septiembre de GAD3 para NIUS. Y pese al verano con temperaturas de récord que hemos pasado, el 51,5% de los encuestados ha asegurado que ha reducido en los últimos meses su uso para evitar que se disparara el consumo de electricidad. La proporción de quienes están reduciendo la frecuencia o cambiando la manera en la que utilizan sus electrodomésticos alcanza el 64,3%.
El barómetro también refleja la opinión de los españoles sobre las diferentes medidas que se han debatido o puesto en marcha para aliviar la escalada de precios. La preferida de los encuestados es la reducción del IVA de los productos alimentarios básicos, que tiene el apoyo del 91,9%. Esta medida no se ha aprobado, pero es la que viene defendiendo el PP, junto con otras rebajas fiscales.
La siguiente medida mejor vista por los españoles es el tope en el precio del gas introducido por el Gobierno, que tiene el respaldo del 84,3%. A más distancia, aunque aún con un apoyo mayoritario está el tope al precio de las hipotecas a interés variable que propone Unidas Podemos, considerada positiva por el 64,2%. La creación de un impuesto extraordinario a las entidades financieras es bien vista por el 61,1% de los encuestados y la propuesta que ha impulsado la vicepresidenta Yolanda Díaz para acordar con los supermercados el precio de algunos productos tiene el apoyo del 60,7%.