Eran las ocho de la mañana. Una parte del techo de la capilla del colegio de Las Esclavas de Cádiz se derrumba. Se veía venir, y por su grado de deterioro permanecía cerrada al tránsito de personas. Eso ha hecho posible que no se hayan producido daños personales. Ante el deterioro, se decidió por prudencia, que las clases cercanas a este edificio (independiente del colegio) se desalojaran.
Durante las últimas fechas, y tras una inspección técnica, un grupo de arquitectos y operarios han estado supervisando la estructura, que ya estaba precintada por su deterioro. Según ha explicado el Consorcio Provincial de Bomberos, la Capilla, que se aloja en un espacio anexo al colegio, tiene una proporción de unos 25/15 metros cuadrados. Por prevención se han desalojado las estancias de las religiosas hasta completar la inspección que están llevando a cabo los bomberos.
Los alumnos todavía no se habían incorporado a las clases al ser aún temprano. No obstante, no es la entrada por la que niños y profesores acceden al colegio de Las Esclavas. Así que posteriormente han llegado al centro para recibir las clases.
La caída del techo ha producido una rotura en el muro exterior que da a la la avenida a la altura del pilar afectado. Los bomberos han realizado un perímetro de seguridad en los 15 metros del frontal ante el riesgo de que el muro se derrumbe.
Ahora se gestiona con las autoridades municipales la localización de una empresa para su demolición. En el lugar hay una dotación de bomberos y los técnicos del CBPC de la zona con cuatro vehículos: la escala, una autobomba y varios de mando y apoyo logístico y técnicos municipales.