Una mujer ha denunciado haberse quedado sin el amparo de la Ley de Violencia Machista después de que su expareja ha cambiado de género. Ante las autoridades, el caso ya no se considera un caso de violencia machista si no de violencia doméstica.
El pasado 15 de agosto la mujer acudió a los Mossos d'Esquadra para denunciar las agresiones de su expareja. Sin embargo, las autoridades le informaron de que la denuncia por violencia de género no podía cursarse ya que su expareja se había cambiado de género cinco meses antes, según narra El Mundo.
La historia de esta pareja comenzó en 2011. Nueve años después, en 2020, la mujer comenzó a notar que su pareja había empezado a cambiar su actitud: "Quería ponerse ropa interior femenina". Al principio la mujer creyó que se trataba de un fetichismo, pero después su pareja expresó que se sentía mujer y que quería hormonarse pese a que, según la mujer, "nunca ha querido cambiar de sexo".
La mujer recomendó a su pareja acudir a un especialistas, una psiquiatra experta en transexualidad que le aseguró que tenía "tendencias al travestismo y no rasgos transexuales".
Tras varias discusiones la mujer decidió acabar con la relación como pareja y quedar como amigos. Una decisión que su expareja no se tomó nada bien y desde la que empezaron a surgir los problemas.
Desde que cortó la relación, la mujer sufrió los insultos y las vejaciones de su expareja: "Cada vez que me duchaba, se metía en la bañera y me toqueteaba", denuncia.
El 15 de agosto los insultos fueron a más y se produjo una agresión por parte de su expareja, con empujones y golpes. Acto seguido la mujer se dirigió a denunciar lo ocurrido ante los Mossos y fue cuando descubrió que su expareja se había cambiado de género.
Las abogadas de la mujer dudan de los documentos que presentó la expareja para cambiar de género, y denuncian que con la nueva ley trans que actualmente tramita el congreso se va a "permitir el cambio de sexo o de género sin ningún tipo de trámite".