La historia de Benjamín y María Dolores, una pareja de nonagenarios, ha conmovido a los vecinos de la localidad madrileña de Guadalix de la Sierra. Este matrimonio, como tantos otros mayores, fallecieron durante la pandemia. Benjamín y María Dolores siempre descansaban en el mismo banco en su camino del pueblo a su casa de las afueras. Por eso, desde la localidad madrileña han decidido hacerles un homenaje y conservar el banco en el que tantos días descansaban.
Cuando cumplieron 93 y 91 años, a Benjamín y María Dolores, 70 años casados, las rampas de Guadalix de la Sierra se les hacían interminables y pidieron al alcalde de entonces un banquito donde descansar. Y les pusieron el banquito, su banquito, y a menudo se les veía allí.
Era su rincón, su alto en el camino. Pero en marzo de 2020, con pocos días de diferencia, el covid se los llevó. Y el abandono se fue apoderando del banquito.
Diana, la nieta, escribió al nuevo alcalde, no quería que el banco que mantenía viva la memoria de sus abuelos, terminara desapareciendo. Y consiguió que restauraran el banco.
La fecha de su enlace matrimonial y dos claveles blancos recuerdan a Benjamín y María Dolores y, en su nombre, a las víctimas de la pandemia. Y el banco, su banco, sigue dando reposo a los vecinos de Guadalix.