Saray, la niña de 10 años que trató de suicidarse tras ser víctima de un caso de acoso por parte de sus compañeras del centro escolar concertado de Zaragoza donde estudiaba, ha recibido el alta del hospital en el que fue ingresada hace una semana con fractura de cadera y contusiones diversas y se recupera ya en su casa con sus padres y hermanos.
Así lo ha confirmado a Efe el padre de la menor, Carlos, quien ha expresado la alegría de la familia al tener ya en casa a Saray, cuyo estado de ánimo tras el suceso, ha añadido el progenitor, evoluciona día a día de forma positiva.
La acción de la niña, hija de un matrimonio de origen colombiano, se produjo a primeras horas de la tarde del pasado viernes, poco tiempo después de salir de clase y mientras su madre, que le había ido a buscar al colegio, compraba comida en un establecimiento cercano.
El padre de Saray ha explicado que la niña cuenta, sobre todo, con el apoyo de su hermano pequeño, "su amigo y principal apoyo" desde tiempo atrás, y que quedó muy afectado por lo ocurrido a su hermana al regreso de la jornada escolar.
Ha comentado que desde el Departamento de Educación se habían puesto en contacto con la familia para facilitar el traslado de la niña y de su hermano a otro centro escolar de la capital aragonesa para que pueda continuar con sus estudios de una forma normalizada. Además, un equipo del servicio de orientación de menores del Ejecutivo autónomo comenzará a visitar a la niña a partir del próximo lunes para darle apoyo psicológico y ayudarle en el camino de reintegración en el ámbito escolar.
Carlos ha incidido en la necesidad de que las asociaciones de padres, las instituciones y la comunidad escolar en su conjunto deben de realizar una labor en común para tratar de poner una solución a los casos de acoso (bullying) en los centros escolares.
"La primera barrera son las escuelas infantiles", ha asegurado el progenitor de la niña, quien ha considerado necesario que "a la primera señal de que hay un caso y unos padres dicen en el centro que su hijo ha regresado llorando a casa, deben saltar todas las alarmas para hacer frente a la situación".
Según ha explicado, en el caso de su hija, a pesar de los contactos mantenidos con su tutora, no se tomaron las medidas y se circunscribió todo lo ocurrido a una "simple riña entre niñas" sin importancia.
Ha añadido que en una reciente conversación mantenida con la directora del referido colegio, el Agustín Gericó, ésta se interesó por el estado de la niña, pero le colgó cuando trataba de explicarle que había tratado en muchas ocasiones de reunirse con ella para hablar del caso, alegando que "no tenía tiempo" en ese momento para hablar de dicha cuestión.
Mientras tanto, el letrado que les representa, el abogado Miguel Lanaspa, se encuentra a la espera de que concluya la investigación policial en torno al suceso y ésta arroje luz sobre las responsabilidades existentes en torno a unos hechos que, a su juicio, son "lo suficientemente graves para que haya una respuesta penal además de civil".
"Vamos a ser prudentes y a esperar que la policía realice su trabajo", ha añadido el letrado, consciente de que los menores de 14 años son inimputables penalmente y que la vía penal podría quedar cerrada de cara a la presentación de una denuncia.