{{#section.link.href}}
{{section.link.title}}
{{/section.link.href}}
Una bomba de aire abrasador explotó en el recinto del festival Medusa Sun Beach, Valencia, el pasado 13 de agosto. El suceso provocó la muerte de un chico de 22 años y heridas a otras 40. Según un informe de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ese reventón trajo rachas de viento de entre 70 y 100 kilómetros por hora capaces de destrozar todo a su paso.
Una serie de tormentas en fase de disipación, que cubrían el cielo desde Murcia hasta el norte de la Comunidad Valenciana procedentes del interior del país llegaron poco después de las 3.00 horas del 13 de agosto a la zona litoral y prelitoral, donde junto a la brisa marina en una delgada capa de aire fresco y húmedo, provocó el reventón cálido, según informa El Levante.
Una nube se estaba formando a más de 4 kilómetros de altitud, en las capas bajas de esa densa nube de tormentas. El aire cálido hizo que las lluvias no llegasen al suelo, sino que se evaporasen en altitud, generando las condiciones perfectas para que la intensa columna de aire se desplomase a gran velocidad hasta producir el reventón.
El radar de Valencia, en la montaña de Cullera, registró a las 4.00, 4.10 y 4.20 horas un vertiginoso desplome, acelerado por el aumento de la temperatura, a unos 40º C, a razón de 10º por cada kilómetro de descenso.
El informe técnico concluye que la zona del festival “se vio afectada con una probabilidad alta por un reventón cálido de origen convectivo”, desde una altitud de 4 kilómetros y “provocó un brusco ascenso de temperatura, un acusado descenso de humedad relativa y rachas muy fuertes de viento” de “entre 70 y 100 km/h”.
Así, la AEMET explica que la capa fresca y húmeda del área era tan fina que no pudo amortiguar el golpe de la columna de aire cálido, así que esta estalló sin resistencia alguna contra el suelo. Después, en un comportamiento típico de un reventón cálido convectivo, se generaron fortísimas rachas horizontales, que a su vez produjeron “ascensos y descensos, rotores con el eje paralelo al suelo, que a veces causan ‘aplastamientos’ de estructuras y otras veces provocan empujes verticales ascendentes”.
Así explica el técnico que se produjeran derrumbes de estructuras verticales y horizontales y otras quedarán intactas. Fue la estructura de la entrada la que se vino abajo causando la muerte de un joven de 22 años.
El informe descarta también la tormenta de arena. Lo que hubo fue una inmensa polvareda por la tierra levantada por la bomba de aire abrasador al estallar contra el suelo en una zona sin asfaltar.